Cuando los ex duques de Lugo se casaron, pareció una boda por amor o algo muy cercano a ese concepto. Sus años de enlace no transcurrieron en la absoluta monotonía de un matrimonio convencional. Tuvieron la pareja, Froilán y Vistoria Federica. Pero lo más destacable sería la transformación de la infanta Elena, quien llegó a ser una de las royals mejor vestidas. La historia terminó con un “cese temporal de la convivencia” que, con el tiempo, se volvió permanente. Jaime de Marichalar, que fue el primer divorciado de la familia real española, quedó muy bien situado después de firmar los papeles del divorcio. De hecho, es el nuevo rico gracias a que vivió unos años bajo el ala del rey.
Han pasado varios años, pero todavía no se sabe nada de las condiciones económicas que acordaron Jaime de Marichalar y la infanta Elena. Lo que se conoce es que, oficialmente, fue borrado del mapa real. En realidad, es como si no hubiera existido. Aun así, se puede afirmar que emparentarse con la familia real española puede ser un negocio fructífero.
Estando en el seno de la Casa Real tenía cargos en las mejores empresas dentro y fuera del IBEX 35. Al terminar la relación, su vida cambió completamente. No solo porque se tuvo que despedir de la seguridad personal o los vuelos gratis, sino que dejó de interesarse por las finanzas y empezó un estilo de vida más glamuroso. Expulsado de la Corona, pero no acabado. Actualmente, tiene una considerable fortuna.
La vida de lujo de Jaime de Marichalar
El exduque de Lugo contaba con un as bajo la manga, formaba parte de una familia acomodada y tenía una pasión por el mundo de la alta costura que lo llevaría lejos. A diferencia de Iñaki Urdangarin, no es repudiado después de salir de la monarquía. Al contrario, sale de su tríplex, ubicado en una de las zonas más lujosas de Salamanca, con la frente en alto. Una propiedad que presuntamente compró con una herencia familiar. A su vez, es asesor de LVMH, una de las empresas predominantes del sector de lujo en el mundo.
Otro aspecto clave en el estilo de vida que lleva Marichalar hoy es que no perdió la red de contactos que hizo cuando estaba del lado de Juan Carlos I. Son muchos los aristócratas, empresarios y famosos que lo frecuentan. Entre ellos, el dueño de la joyería Rabat, que le invita de paseo por las aguas mediterráneas en su impresionante yate. Y es que ha sabido mantener a sus aliados, normalmente organiza cenas y reuniones en su piso en las que aparecen los más poderosos del país. No solo las caras más conocidas, sino aquellas que se mantienen en el anonimato.
Es muy cercano a las hermanas Koplowitz, Esther y Alicia. Así como de Naty Abascal, la modelo con la que es fotografiado desde hace muchos años. También se ha ido de vacaciones con Susana Uribarri, quien representa a celebridades como Ana Obregón o Tamara Falcó.
Jaime de Marichalar supo aprovechar la posición que le ofreció el rey. Quedó claro que su fortuna no para de crecer desde que es libre de las reglas de la monarquía.