La infanta Elena es la única de los hijos de los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía que se casó con alguien de la realeza. Contrajo matrimonio con Jaime de Marichalar, hijo de los condes de Ripalda. Se juraron amor eterno. Pero con el tiempo, todo se fue al traste.
De hecho, cabe decir que cuando la boda estaba a punto, la madre de Victoria Federica y Froilán casi se echó para atrás. No lo tenía del todo claro. Y como suele ocurrir en estas ocasiones, después del "sí, quiero", los problemas empezaron a llover. Jaime y Elena no cuadraban ni a la de tres. Peleas constantes, discusiones a granel. Incluso tuvieron a VictoriaFederica y Froilán para ver si arreglaban el asunto, pero todo fue peor. Entonces llegó el “cese de la convivencia”, con las intenciones de divorcio en el horizonte. Algo que tuvieron que posponer en primera instancia. Jaime sufrió un ictus y Juan Carlos I recomendó a su hija Elena que esperara a que Marichalar se recuperara. Ante todo, la buena imagen de la monarquía.
Jaime de Marichalar y la infanta Elena, discrepancias en la educación de sus hijos
Después del ansiado divorcio, cada uno tomó su camino. Y aunque tienen dos retoños en común, no se dirigen la palabra. La infanta Elena y Jaime de Marichalar no ven la vida desde la misma perspectiva. Sobre todo en lo que se refiere a sus hijos. Elena es más conservadora; Jaime más liberal. Hasta le lleva la carrera artística a Victoria Federica en las redes y la moda, algo que a Elena no le gusta en absoluto. Parece que a Elena le gusta más como se ha ganado la vida su padre, ocultando dinero al fisco español y evitando pagar impuestos en la que proclama como su patria.
Victoria Federica, que vive con la infanta Elena cuando no se va de farra o de viaje con los amigos, se lleva de lujo con Marichalar. Con su madre, en cambio, hay batallas a diario. Y es Jaime se lo consiente todo. Además, comparten muchas actividades en común. Se dejan ver a menudo en público.
Jaime de Marichalar acude a terapia con Victoria Federica para dejar el tabaco
Pero no todo lo que hace Victoria es del gusto de Marichalar. Jaime fuma, pese a haber padecido un ictus tras el cual el médico le recomendó dejarlo. Una mala costumbre que ha pegado a su hija. Y Jaime no quiere que su hija siga sus pasos.
Tanto es así que han acudido juntos a terapia y han seguido tratamientos para desengancharse de este mal vicio peligroso. Sin embargo, de poco ha servido. Ahí siguen, fumando como chimeneas.