En el núcleo mismo de la monarquía española, una narrativa silenciada ha emergido, y con ella, la agitación de las aguas del matrimonio entre Felipe VI y Letizia. Jaime del Burgo, el abogado que recientemente hizo públicas algunas revelaciones sobre su supuesta relación extramatrimonial con la reina, ha decidido abrir un nuevo capítulo en este intrigante episodio. Los cimientos de Zarzuela tiemblan ante la inminente exposición de secretos ocultos.
La historia se remonta a los albores de los años 2000, cuando Jaime del Burgo y Letizia Ortiz Rocasolano, por entonces una joven periodista, se encontraron por primera vez. Lo que comenzó como una amistad pronto floreció en un romance apasionado. Sin embargo, las aspiraciones de Jaime de convertirse en el compañero de vida de Letizia se vieron truncadas cuando ella aceptó la propuesta de matrimonio del entonces príncipe Felipe.
Años más tarde, el destino los volvió a unir, y entre los años 2010 y 2011, tuvieron un amorío clandestino. Letizia, ya casada y madre de dos hijas, anhelaba una conexión que no encontraba en su matrimonio con Felipe. Entre encuentros secretos, viajes a destinos exóticos y momentos de intimidad, la chispa del amor cobraba vida, desafiando todas las expectativas y barreras impuestas por su posición real.
Los problemas de alcoba de Letizia y Felipe VI al descubierto
Más de diez años después, Jaime del Burgo ha decidido levantar el velo sobre su relación pasada con Letizia, revelando que vivieron numerosos momentos de felicidad, especialmente en el ámbito íntimo. Para él, la conexión compartida entre ellos era más profunda que la que Letizia experimentaba con el rey. Esta realidad era algo que Del Burgo no solo reconocía, sino que también utilizaba como estrategia para mantener cautivada a la entonces princesa. Su relación era sinónimo de pasión y entendimiento total en lo privado.
La química en la cama siempre fue un aspecto importante para Letizia, y al parecer, con Felipe no se sentía completamente satisfecha. Se especula que Letizia perdió el interés en su esposo debido a esta falta de conexión íntima, y que buscaba la satisfacción fuera de su matrimonio, dado que no toleraba el bajo rendimiento sexual de Felipe y prefería evitarlo a toda costa. Los desencuentros matrimoniales no se limitaban a la cama, sino que trascendían a otras esferas de la vida conyugal. Se especula que Letizia y Felipe dormían en habitaciones separadas, evitando así confrontaciones incómodas y manteniendo una fachada de normalidad de cara al público.
Jaime del Burgo desafía a La Zarzuela
Ahora, Jaime del Burgo se niega a ser silenciado, a pesar de las posibles amenazas que puedan surgir desde Zarzuela. No se deja intimidar por la perspectiva de represalias y ha rechazado cualquier oferta para mantenerse en silencio. Su motivación no es económica; más bien, parece estar impulsado por un deseo de transparencia y justicia. Aunque no ha revelado completamente sus intenciones y ha declinado participar en entrevistas propuestas, sus recientes publicaciones en redes sociales sugieren que está cansado de la Familia Real y tiene la intención de contar la verdad completa en su próximo libro, titulado "Y nada más que la verdad".