La infidelidad de Juan Carlos I a Sofía de Grecia era conocida. Los eméritos no tuvieron que explicar por qué vivían separados, la suya siempre fue una relación pactada que acabó con el nacimiento del heredero. Puede que, con el tiempo, Felipe VI no quisiera repetir el error de sus padres. Así que, cuando escogió a Letizia sin importar sus orígenes, creía estar haciendo la mejor elección. Lo que no sabía era que había un Jaime del Burgo, un supuesto amante que jugaría un papel fundamental en sus vidas. Aunque, después de todo, el navarro también fue engañado.
Nadie sabía decir con precisión cuál era el motivo de la crisis de Felipe VI y Letizia en 2013. Había muchos rumores, pero nada certero. La respuesta, después de mucho, acabó siendo los problemas familiares y de la monarquía que ocasionó el caso Nóos de Iñaki Urdangarin. 10 años después, es Jaime del Burgo el que cuenta la presunta verdad. La reina tuvo un affaire con él, le fue infiel a su marido. Uno de los aspectos más extraños de esta revelación es que la amistad de ambos está bien documentada, él era su amigo y la llegó a asesorar en las capitulaciones matrimoniales.
Además de ser amigo y abogado, también estuvo casado con Telma Ortiz de 2012 a 2016. El pasado diciembre quiso comprobar que fue su amante, con explosivos mensajes en redes y una colaboración con Jaime Peñafiel en su libro Letizia y yo. Aparentemente, sería una relación amorosa de 2002 a 2004; amigos entre 2004 y 2010 y amantes de 2010 a 2011. Uno de los vacíos de esta historia es por qué acabó el affaire y cómo es que la monarca retomó su papel, algo que se puede explicar con la información de las siguientes líneas.
Letizia dejó a Jaime del Burgo para ser reina con Felipe VI
Al parecer, Felipe VI se enteró de las aventuras de su mujer en 2013. Según cuenta el navarro, la experiodista ya tenía planeado pedir el divorcio y estaba considerando cómo llevarse a sus hijas. Sin embargo, cuando se descubrió la verdad, el Royal le prohibió seguir viendo a su amante y renunciar a todo. De hecho, en Zarzuela se empezó a contemplar la abdicación de Juan Carlos y Doña Letizia vio la oportunidad de ser reina muy próxima. Sin más, decidió terminar definitivamente con Jaime para llevarse la corona. Después de tantas promesas de amor, resultó más importante conservar las apariencias para tener el trono español.
Todos estos años no han logrado aplacar los sentimientos de traición que tiene el empresario. Formó su propia familia, está casado y tiene dos hijas. No obstante, la idea de acabar con los Borbón es muy tentadora. Habría dicho en redes que se considera monárquico, mientras que no es ‘borbónico’. Cree que por más de 300 años los Borbones han estado en el poder y su derroche ha llevado a España a la pobreza. “Ellos son la causa de nuestra pobreza. Yo he conocido a los dos últimos. Son locos, incapaces, endogámicos, ladrones, déspotas, ninfómanos, cobardes, sanguijuelas, golfos, egoístas, indignos…”, sentenció.
El silencio de Jaime del Burgo es, cuando menos, ruidoso. Felipe VI y Letizia no deben confiarse, pues todo apunta a que hay más información y pruebas en camino.