El último escándalo de Felipe VI y Letizia es uno de los mayores en su historia. Los reyes no han encontrado ninguna piedra lo suficientemente grande para ocultarse después de lo que ha revelado Jaime del Burgo: el adulterio que cometió Letizia y el cómo han trascendido las cosas desde entonces. Como ya se ha comentado el hecho no es reciente ni es una novedad para Felipe VI, ya que el rey estaba más que enterado, pero de parte del público nos seguimos enterando nuevos y esclarecedores detalles que no dejan en buena posición a nadie, y es eso lo que lastima la imagen de la corona.
Durante los años 2010 y 2011 la entonces princesa de Asturias cometió adulterio por salir con Jaime del Burgo, una relación que apuntaba muy arriba e incluso se planteaban tener un hijo mediante vientre subrogado, para lo cual además se irían a vivir a Nueva York, ciudad de sus sueños e ideal para sus planes, pero todo eso se canceló cuando Letizia decidió quedarse con Felipe VI, y como había dicho Jaime del Burgo, no fue precisamente por amor.
Un matrimonio de interés, Jaime del Burgo habló con Felipe VI
El vínculo entre Letizia y Jaime del Burgo terminó abruptamente en el año 2011, cuando la consorte hizo esa llamada en la que le dijo al abogado que tenían que dejar de verse, esto a causa de que Letizia no quería comprometer su relación con Felipe VI, y Jaime del Burgo sabía que no había amor detrás de eso, había algo más.
Felipe VI habría terminado hablando con Jaime del Burgo, quien le dijo sus verdades al entonces príncipe de Asturias, verdades sobre Letizia y sus planes, y le aseguró que ella no estaba enamorada de él en absoluto (del rey). El amor de Letizia estaba con Jaime del Burgo, y si había un motivo concreto por el cual había decidido mantenerse con Felipe VI, era a causa de la posibilidad de convertirse en reina, no había por dónde perderse.
Letizia muestra los dientes, Jaime del Burgo la expone
De forma similar a Jaime de Marichalar, el matrimonio de Letizia con el rey habría sido mero interés, una manera muy conveniente de acercarse a la corona y lograr ese poder que toda su vida había querido. No importa a quién se le haya preguntado, viejas compañeras de estudio, de trabajo, o gente de su círculo, se sabe que Letizia siempre ha sido una mujer ambiciosa y que haría lo que sea por algo de poder, por lo que las palabras de Jaime del Burgo no hacen más que contribuir a esta imagen que se tiene de la consorte.
Sea verdad o no lo que dice Jaime del Burgo, está claro que su meta era hacer daño, y lo ha conseguido con creces, aunque el golpe ha llegado tarde, pero la realeza no podrá pegar ojo estas navidades, mayoritariamente consecuencia de los detalles revelados al mundo por el abogado.