La relación entre Juan Carlos I y Sofía de Grecia fue más de conveniencia que de amor, siendo un matrimonio que buscaba principalmente la procreación de un heredero varón para la corona. Sin embargo, las infidelidades del monarca generaron tensiones en la relación, aunque el divorcio no era una opción viable en aquellos tiempos, especialmente para una monarquía. Eran otros tiempos.
Sofía de Grecia enfrentó momentos difíciles debido a las infidelidades de su esposo, como cuando descubrió su primera aventura amorosa y decidió marcharse a la India con sus hijos. Sin embargo, la presión familiar y las restricciones sociales la obligaron a regresar a España, manteniendo la fachada de un matrimonio intacto por el bien de la corona.
La reina Sofía, una vida lidiando con las infidelidades de Juan Carlos I
A lo largo de los años, Sofía se ha sentido sola y traicionada, encontrando consuelo únicamente en su hermana Irene de Grecia, con quien vive en Zarzuela pero en diferentes pabellones. La relación entre Sofía y Juan Carlos se ha enfriado significativamente, especialmente después de la relación extramatrimonial con Corinna Larsen, que hirió profundamente a la reina.
Corinna Larsen no fue la única amante del rey Juan Carlos que causó malestar a Sofía. La reina mantenía una lista de posibles amantes de su esposo, entre las que se encontraban figuras conocidas como Bárbara Rey o Tita Cervera, con quienes mantenía una relación distante e incluso fría por sospechas de su implicación con el rey.
Isabel Preysler, sospechosa de tener un affaire con Juan Carlos I
Sofía, con la ayuda de su confidente Sabino, intentaba confirmar las sospechas sobre las posibles amantes de Juan Carlos, y cuando se encontraba con ellas, las trataba con frialdad. La lista de amigas especiales del rey era motivo de consternación para Sofía, quien luchaba por mantener las apariencias mientras enfrentaba la realidad de su matrimonio.
Isabel Preysler, conocida por su belleza y encanto, también figuraba entre las mujeres que levantaban sospechas en Sofía, quien observaba con desconfianza cualquier relación cercana de su esposo. La tensión entre Sofía y las mujeres de la lista de amigas especiales de Juan Carlos I evidenciaba las dificultades que enfrentaba la reina en su vida personal y pública.