Irene Urdangarin siempre sale en las conversaciones como “la hija menor de la infanta Cristina”. Los medios siempre la referencian por ser aquella que la está pasando peor por el divorcio de sus padres. Sabemos desde el inicio que le cayó muy mal la noticia, al punto de no querer ver a su padre y especialmente rechazar de forma extrema a Ainhoa Armentia, pues durante su cumpleaños número 18 se negó a recibir felicitación alguna de la novia de su padre, y así se ha mantenido hasta el día de hoy.
Pero fuera de todo eso, Irene Urdangarin no deja de ser una chica joven y con muchas ganas de salir y pasárselo bien. Dado su estado mental por el antes mencionado divorcio esto no es malo del todo, pero ha hecho un par de cosas que mantienen a los guardias a raya y al pendiente de ella en todo momento pues la corona no puede permitirse más escándalos del nivel de una Victoria Federica.
Irene Urdangarin, a raya con las salidas
La hija menor de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina fue vista recientemente junto a su querida prima, Victoria Federica, con la cual se paseó por las calles de Madrid y visitaron lugares que resultan de público reconocimiento, e incluso Victoria Federica acompañó a su prima a la autoescuela, pero lejos de estas salidas, Irene Urdangarin tiene sus propios planes, y no dejan de merecer la atención de sus guardias o de la corona.
Cada vez que sale Irene Urdangarin se termina animando mucho, si pudiera correría por las paredes, especialmente en las salidas con su prima. Es en estas que sus guardias deben ver más por ella, pues así como ocurre con Froilán y sus amigos, Irene Urdangarin se influencia de su prima, y ya sabemos que la vida desenfrenada de influencer que lleva no es del agrado de la infanta Elena ni de la corona, y mucho menos lo será viniendo de Irene Urdangarin, hija de la infanta Cristina, alguien que la corona ha evitado desde hace años públicamente hablando.
Los guardias tienen que cuidar que Irene Urdangarin regrese a Zarzuela, a veces se excede
La rebeldía es un rasgo común en la juventud, pero la casa real no puede permitirse otro Froilán u otra Victoria Federica, y es por este motivo deben mantener a raya a Irene Urdangarin. Hay veces en las que sale por las calles de Madrid y sus escoltas deben pedirle que regrese a Zarzuela para evitar que se exceda en sus salidas, especialmente en casos como las últimas salidas con Victoria Federica, donde sus límites pueden ir más allá de los establecidos por la irreverencia que siempre ha caracterizado a la hija mayor de la infanta Elena.
Es por este motivo que tampoco les conviene que Irene Urdangarin se siga juntando con su prima, por lo que quizá podríamos esperar que la casa real intente establecer distancia entre ellas de alguna forma.