Irene Urdangarin está en una etapa de cambios en su vida, un momento en el que parece haber perdido el norte con sus estudios. Se esperaba verla ingresando a la Escuela de Hostelería en Lausanne, para la cual la infanta Cristina pagó más de 500 euros solo para que su hija menor presentara la prueba de ingreso, pero falló por lo que decidió cambiar de objetivo.
Después de pasar un tiempo en España intentando sacarse el carnet de conducir, Irene Urdangarin desistió de esto tras pasar el tiempo en el país realizando otras actividades más allá de enfocarse en estudiar para sacarse el carnet. Fue vista con la hija mayor de la infanta Elena, Victoria Federica, quien se considera una mala influencia dentro de los Borbón, y ahora la infanta Cristina está preocupada de que su hija quiere seguir los pasos de su prima como influencer, pero aún queda tiempo para que decida qué hacer con su futuro, y hasta entonces pasará el año en Camboya, donde realiza un voluntariado que se está convirtiendo en una experiencia enriquecedora, pero dolorosa.
Irene Urdangarin se ve afectada por lo que ocurre en Camboya, mucho sufrimiento
Vivir rodeado de lujos, o en este caso en la realeza, es algo que puede fácilmente generar una burbuja dentro de la cual esa persona puede desconocer cosas de la vida que para un ciudadano promedio serían el día a día. Deudas, crímenes o negativas de cualquier tipo podrían encajar en cosas que alguien como Irene Urdangarin podría quizá no haber visto nunca en su vida, pues además de ser joven, es sobrina del rey Felipe VI y recibe dinero de su abuelo Juan Carlos I, por lo que los lujos no le han faltado, y es por esto que sus días en Camboya son un tanto difíciles de llevar.
Irene Urdangarin es considerada una chica muy humana, empática, y es por eso que el sufrimiento y todos los problemas que puede ver en su voluntariado en Camboya le están haciendo mella emocionalmente. Le está siendo difícil llevarlo, pero es parte de lo que aceptó afrontar cuando decidió ofrecerse al voluntariado.
La hija menor de la infanta Cristina está viendo el mundo con otro enfoque
La vida no es un cien por ciento de felicidad y momentos positivos, pero sí se pueden convertir las malas experiencias en conocimiento, y esto sería lo que está viviendo Irene Urdangarin justo ahora. Sus días en Camboya le están ayudando a madurar y a ver las situaciones con un enfoque diferente, más maduro y que podría alterar permanentemente sus decisiones sobre su futuro.
Quizá esto sea un alivio para la infanta Cristina porque podría significar que al finalizar el voluntariado su hija cambie de parecer sobre el seguir los pasos de su prima en el mundo influencer, pero es muy pronto para saberlo a ciencia cierta. De momento solo queda esperar a que Irene Urdangarin continúe su voluntariado y observar cómo va influyendo en ella, lo único seguro es que todo de una forma u otra es positivo para su desarrollo como persona.