La Casa Real suele tratar los temas de salud de sus miembros como un secreto de Estado. A pesar de la total discreción que los caracteriza, hay ciertas dolencias y enfermedades que son comentadas públicamente en momentos puntuales. Es el caso de las afecciones que sufre Letizia, quien está diagnosticada desde hace algún tiempo. Y es que los informes médicos no mienten, la mujer de Felipe VI tiene serios problemas de salud. ¿Preocupación por su estado? Te contamos todo.
Si hay algo que Letizia defiende es el estilo de vida saludable. En numerosas ocasiones ha dejado claro que se cuida y que obliga a los suyos a hacer lo propio. No obstante, existen aspectos que no está dispuesta a cambiar del todo y que son la causa de dos males. El arma mortal que suele llevar en toda ocasión son los zapatos de tacón. Mientras sean más altos y finos, pues mejor. Sin embargo, el médico le insiste desde hace años para que no use más este tipo de calzado. El motivo son dos dolencias crónicas: metatarsalgia y neuroma de Morton.
Pese a que sabía cuál era su padecimiento, no siguió al pie de la letra las indicaciones de los profesionales. La metatarsalgia ha sido su compañera durante años, pero hace tan solo unos meses apareció un nuevo problema: el neuroma de Morton.
El infierno personal de Letizia
La metatarsalgia y el neuroma de Morton provocan malestares intensos que pueden empeorar con el uso de tacones. Metatarsalgia es una afección de los metatarsianos, concretamente, provoca dolores e hinchazón en el metatarso. Esta zona es conocida como la bola del pie, ubicada detrás de los dedos. Se crea por la constante presión de los nervios que se sitúan en dichos huesos, igualmente por la carga excesiva que deben soportar los metatarsianos en la unión de las falanges. Los síntomas incluyen ardor, presión punzante, hormigueo y sensación de pisar una piedra.
De acuerdo con los informantes, el neuroma de Morton apareció un tiempo después. Es una enfermedad que se manifiesta con la dilatación de uno o varios nervios situados entre los dedos del pie. Se trata de un tumor benigno que se forma por la confluencia de dos nervios, que generalmente se presenta entre el tercer y cuarto metatarsiano. Así que cuando hay pinzamiento, se origina la dilatación y el dolor consecuente. Lo que diferencia a ambas enfermedades es que la metatarsalgia se refleja en la parte delantera del pie por la sobrecarga. En cambio, el neuroma de Morton es una patología de origen neurológico y, en diversos casos, el dolor se extiende hasta llegar a los dedos e incapacitar.
Hay ciertas medidas para mejorar estas dolencias, pero la más eficiente (sin pasar por cirugía) es dejar de lado el uso de zapatos de tacón. Y aunque la reina se ha bajado de los “andamios” en muchas ocasiones, no ha renunciado del todo. En los últimos tiempos se le ha visto con alpargatas, mocasines, zapatos tipo Oxford, cuñas y toda clase de zapatos planos.
Letizia tendrá que acostumbrarse a lucir sus 1,70 metros de altura, más saludable y hasta innovador para su imagen.