La infanta Sofía, hija menor de los reyes Felipe VI y Letizia, no es una alumna tan brillante como su hermana mayor, la heredera al trono. Según fuentes cercanas a la familia real, a la joven le cuesta un poco más que a la princesa de Asturias el estudio, pero sus notas son aceptables y va mejor que su madre, que en su juventud.
Rendimiento académico de Sofía
El primer año de la infanta Sofía lejos de su hogar sigue su curso, con todas las obligaciones y actividades por las que ya pasó en su día su hermana la princesa Leonor, que hace unos meses se graduó tras completar con éxito sus dos años de estudios en el UWC Atlantic College y ahora se está formando en la Academia General Militar de Zaragoza.
Sofía, que tiene 16 años, estudia en el UWC Atlantic College de Gales, un internado internacional que ofrece un programa de bachillerato internacional. Sus notas en las asignaturas son buenas, pero no sobresalientes.
La diferencia en el rendimiento académico de Sofía y Leonor se debe, en parte, a sus diferentes personalidades. Sofía es una niña más extrovertida y desenfadada que su hermana, que es más introvertida y responsable. La infanta también tiene más facilidad para concentrarse en las tareas que le interesan, mientras que Leonor es más perfeccionista y exigente con ella misma.
En el caso de Leonor, de acuerdo con lo publicado por ¡Hola! la joven “no se ha podido esforzar más, ni aprovechar mejor estos casi diez meses de internado”. “Ha estudiado muchísimo y superado con éxito la exigencia de un sistema diferente, donde todos los alumnos tienen calificaciones espectaculares”, añadió la revista, definiendo sus notas como “extraordinarias".
Tanto Sofía como su hermana son muy diferentes a la reina Letizia, pues la consorte, por su parte, no fue una alumna brillante en su época escolar. Presuntamente la esposa del rey Felipe VI terminó sus estudios escolares en horario nocturno. Y aunque más tarde se licenció en Periodismo, sus notas eran bastante justas.
La infanta Sofía, diferente a Leonor
La hija menor de Felipe es la segunda en la línea de sucesión al trono español, por detrás de su hermana mayor, la princesa Leonor. Sin embargo, a diferencia de la heredera, la infanta no está predestinada a ser reina. Su futuro es incierto y dependerá de las decisiones que tome ella misma y de las circunstancias que se den en el futuro.
La infanta tiene la oportunidad de construir su propio camino, sin la presión de tener que ser reina. Puede elegir la carrera que quiera estudiar, la profesión que quiera ejercer y la vida que quiera vivir.
Aunque Sofía no tiene la misma presión que su hermana, la infanta es una pieza clave para la princesa de Asturias en esta nueva etapa, por lo que siempre ha estado a su lado en los momentos más importantes, como en octubre cuando la acompañó en su celebración de mayoría de edad y en la jura de Constitución, el pasado 31 de octubre.