La preocupación por la salud del rey Juan Carlos I es palpable en la casa real, dada su avanzada edad. Las recientes dificultades para caminar del monarca, siempre acompañado de sus escoltas o de una silla de ruedas, han generado conversaciones sobre la herencia y su distribución.
Tanto es así que la infanta Elena, hija del rey Juan Carlos I, está contemplando cómo manejar la parte de la herencia que le corresponderá una vez que su padre, el rey emérito, fallezca. Ya está delineando sus planes para invertir parte de los cientos de millones que le tocarán después de dividir la herencia con su hermana.
Las infantas Elena y Cristina se repartirán más de 1.800 millones de euros cuando muera Juan Carlos I
Cabe decir que, aunque no pueda hacerlo hasta que Juan Carlos I haya muerto, Felipe VI ya ha renunciado a su parte de la herencia. Pero no las infantas Elena y Cristina. Así las cosas, las dos hermanas se repartirán los más de 1.800 millones de euros en los que Forbes y The New York Times han tasado la fortuna del emérito. No obstante, mientras una de ellas podrá ingresar el dinero limpio de polvo y paja, la otra tendrá que renunciar a parte del dinero para que se lo quede Hacienda.
La situación fiscal de Cristina está más despejada al residir fuera de España, pero para Elena, que vive en Madrid, la tributación en España es un tema a considerar. En este sentido, se ha especulado con la posibilidad de que su hijo Froilán, actualmente en Abu Dabi, reciba la herencia como testaferro, con Elena como administradora.
La infanta Elena ya sabe qué hará con su herencia
Pero al margen de la estrategia que vayan a seguir, la infanta Elena ya está considerando qué hacer con su parte de la herencia que, dadas las circunstancias, ascenderá a más de 900 millones de euros. Una suma sustancial, parte de la cual Elena ya tiene planes concretos.
La infanta Elena tiene un sueño y quiere cumplirlo. Planea gastar gran parte de su fortuna en una finca con tierras de caza y espacio para sus queridos caballos. A pesar de residir actualmente en Fuente del Berro, en Madrid, su anhelo de vivir en el campo y estar en contacto con la naturaleza es ampliamente conocido. Con la herencia de su padre, tendrá la oportunidad de hacer realidad este sueño en su totalidad.