Después de un largo proceso de nueve meses de reformas, la infanta Elena finalmente ha regresado a su lujoso hogar en el exclusivo barrio del Niño Jesús en Madrid. Durante ese tiempo, la primogénita de Sofía y Juan Carlos tuvo que emprender una nueva vida temporalmente en un apartamento de lujo en el popular barrio de Almagro mientras duraban las obras de remodelación. Pero su corazón siempre perteneció a su antigua residencia, un regalo de su padre, el rey Juan Carlos I, con un valor estimado en 2 millones de euros.
Una remodelación necesaria para adaptarse a los nuevos tiempos
La infanta Elena tomó la decisión de remodelar su casa en el verano de 2021, buscando más espacio para acomodar el regreso de sus hijos, Froilán, quien actualmente vive en Abu Dabi con su abuelo después de haber protagonizado una serie de escándalos en Madrid, y Victoria Federica, quien regresó a vivir con su madre tras romper con Jorge Bárcenas. Además, se descubrieron graves problemas de humedad en la vivienda, lo que llevó a una reforma integral.
El piso de la infanta Elena cuenta con aproximadamente 500 metros cuadrados distribuidos en cinco dormitorios, cuatro cuartos de baño, un amplio salón, comedor formal, cocina y zona de servicio. Situado en una primera planta y cerca del famoso Parque del Retiro, la vivienda garantiza la privacidad y la comodidad que la hermana mayor de Felipe VI siempre ha valorado, dado que solo hay dos vecinos por cada planta.
Una casa con historia y valor sentimental
La construcción de esta residencia data de finales de los años setenta y fue un regalo del rey Juan Carlos tras la separación de la infanta Elena y su ex marido, Jaime de Marichalar. Con un valor estimado en casi dos millones de euros, el piso ha sido testigo de los altibajos de la vida personal de la infanta. Doña Elena siempre ha contado con los servicios de una interna y una asistenta que le ayudan con las tareas del hogar, por lo que no tenía que preocuparse de otra cosa que no fuera disfrutar de su piso de lujo. Ahora, tras nueve largos meses de intensas obras, la infanta Elena finalmente ha regresado a su renovado hogar Durante ese período, vivió en un elegante piso en Almagro de 250 metros cuadrados, piso que abandonó finalmente en octubre de 2022.
Ahora, la infanta Elena disfruta de la intimidad y la ubicación privilegiada de su renovada residencia. Se especula que podría haber aprovechado esta oportunidad para cambiar la decoración, aunque siempre manteniendo su estilo clásico característico. Es probable que haya contado con la ayuda de amigos cercanos para actualizar la decoración de su hogar, tal y como sucedió con su antiguo confidente, el decorador Jaime Fierro, quien falleció en marzo de 2009. Fierro fue una figura clave en la decoración de sus anteriores residencias y brindó apoyo durante su separación de Jaime de Marichalar. Con este regreso, la infanta Elena muestra una vez más su determinación y su amor por su piso en el barrio del Niño Jesús, aquella lujosa residencia que su padre, Juan Carlos I, le regaló hace más de diez años y que se ha convertido en su refugio personal.