La relación de Letizia con sus cuñadas puede ser suficiente material para una producción entera. Ha pasado por varios momentos y parece que la animosidad que existe entre ellas no tendrá fin. Se dice que cuando la mujer de Felipe VI entró en escena, la infanta Elena intentó tener una buena relación con ella. Le recomendó algunos diseñadores y se mostró abierta a la comunicación. Sin embargo, eso no bastó. Está a punto de empezar un nuevo capítulo, pues Juan Carlos I volverá a Madrid gracias a su hija mayor. Desde ya se vaticina que el disgusto de la reina será monumental.
Luego de toda una semana en España, Juan Carlos I regresó a Abu Dabi. Estuvo todos los días en Sanxenxo, donde participó en la octava edición de la regata que lleva su nombre. Se alojó en la casa de su amigo, Pedro Campos, el presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo. A su salida, Europa Press tuvo la oportunidad de entrevistarlo brevemente. Lo sorprendente fue su respuesta cuando le preguntaron si querría volver a España de forma definitiva: “Por supuesto”. La infanta Elena, seguramente, ya estaría al tanto de esto.
En esta cita por la capital turística de las Rías Baixas también estuvo la infanta, como en las últimas visitas que ha hecho el emérito. Nuevamente, disfrutó de su padre todo el tiempo que fue posible. Participó en la regata de clase 6 Metros a bordo del “Erika” y estuvo a su lado durante la cena en el mar que hicieron para algunos amigos. Lo cierto es que las apariciones del expatriado han sido bajo perfil, lo cual no supone un problema para la Casa Real. Después de estas pruebas de mucho éxito, la hermana de Felipe VI planea el regreso permanente de su padre a Madrid.
Juan Carlos I se instala en España y abre un nuevo capítulo entre la infanta Elena y Letizia
El ex Jefe de Estado volverá muy pronto, puesto que está confirmada su invitación al cumpleaños de Leonor. El 31 de octubre tendrá lugar la ceremonia de juramento a la Constitución Española de la heredera. Posteriormente, está prevista una comida privada y familiar para celebrar este feliz acontecimiento. La recepción será en el palacio El Pardo y, además de los eméritos, contará con la asistencia de las infantas y sus hijos. Este regreso auspicia la ocasión perfecta para que el abuelo de Froilán y Victoria Federica permanezca indefinidamente en territorio español.
Elena es quien se está encargando de esta misión, haciendo todo lo que está a su alcance para gestionar el traslado y la permanencia cómoda de su padre. Le ofreció quedarse en su propiedad que acaba de ser remodelada, aunque también está la opción de establecerse en un palacete en Madrid. Entonces, estaría en España desde la fiesta de la princesa hasta las fiestas de Navidad (presumiblemente, pues puede alargar su estancia).
Sea como sea, Letizia no quiere tener a su suegro cerca, ni siquiera a unos kilómetros de distancia. Este movimiento es un llamado de conflicto y se lo tomará personal, pues ella se habría encargado en el pasado de desterrar al padre de Felipe.
Juan Carlos I no piensa desaprovechar la opción que le plantea la infanta Elena, ya que está deseoso de pasar más días en el país.