No es que sea precisamente ningún secreto que, si bien es cierto que ha habido casos, siendo un buen ejemplo de ello el de la relación entre el rey Felipe y la reina Letizia, en los que un miembro de una casa real europea se ha acabado casando con alguien que no tenía nada que ver con la realeza, lo más habitual es que muchos de los miembros de las casas reales de Europa acaben teniendo ciertas conexiones a nivel de matrimonio entre otros miembros de otras casas reales.
Y eso es lo que se intentó precisamente hace ya muchos años con lainfanta Elena, la primogénita de los entonces reyes Juan Carlos I y Sofía que vio como tanto sus padres como la monarquía británica intentaron forzar un matrimonio de conveniencia uno de los hijos de la entonces reina Isabel II.
El romance frustrado de la infanta Elena con el Príncipe Eduardo
Fue con motivo de la celebración del 25 aniversario de la boda de los reyes de Noruega, una celebración a la que acudieron muchos miembros de las casas reales europeas, entre ellos los entonces reyes de España y sus hijas las infantas Cristina y Elena, cuando, casualmente, en un paseo en calesa en una de las excursiones organizadas por los monarcas noruegos, la infanta Elena compartió un buen rato con el entonces príncipe Eduardo, el hijo menor de la reina Isabel II.
Como no podía ser de otra forma, las imágenes de ese paseo en cabeza en la que los dos pasar un buen rato dieron la vuelta al mundo, y no fueron pocos los que empezaron a especular sobre un posible romance, que es justo lo que querían en las dos casas reales.
Sin embargo, parece ser que Eduardo no estaba precisamente interesado en lainfanta Elena, y ya lo dejo muy claro desde el primer momento tanto a su madre, los reyes de España que ese posible romance no iba a ir en ningún caso más allá, entre otras cosas porque la infanta Elena no encajaba dentro de sus gustos personales.