La infanta Elena, como miembro de la familia real española, ha vivido bajo la mirada constante del público y ha sido siempre una figura de interés en el ámbito español. A lo largo de los años se ha mantenido en gran medida alejada de los titulares y las polémicas, prefiriendo mantener un perfil discreto y centrado en sus deberes y responsabilidades como miembro de la familia real y como madre. Sin embargo, detrás de esta imagen reservada, hay aspectos de su vida privada que han permanecido en la sombra, incluido un vicio del que se ha hablado poco públicamente.
Resulta que la infanta Elena tiene un hábito del que pocos conocen: su adicción a las compras en la teletienda. Este hábito poco convencional ha sido una parte secreta de la vida de la infanta, un aspecto que contrasta con su imagen pública sobria y reservada. Mientras la mayoría de la gente podría asociar a la realeza con gustos y hábitos de consumo más refinados y exclusivos, la infanta Elena encontró un enorme placer en hacer compras impulsivas y a menudo extravagantes desde la comodidad de su hogar en Zarzuela.
Esta era la forma en la que la infanta Elena disfrutaba de su vicio
Las compras en la teletienda, conocidas por su amplia variedad de productos anunciados en programas de televisión, pueden ser adictivas para algunas personas debido a su naturaleza convincente y su fácil acceso. La infanta Elena, al parecer, se encontraba entre aquellos que caían bajo el encanto de los anuncios televisivos y la promesa de productos novedosos y útiles que prometían mejorar su vida de alguna manera.
Según los informes, la infanta Elena solía esconderse en las primeras horas de la madrugada en Zarzuela para entregarse a su hábito de comprar en la teletienda. Sin embargo, en lugar de usar su residencia real como destino para la entrega de sus compras, optaba por utilizar la dirección de un amigo cercano. De esta manera, mantenía su hábito en secreto, alejado del escrutinio público y de su propia familia, pues los reyes eméritos no sabían nada.
La adicción a las compras, independientemente de su fuente, puede tener consecuencias financieras y emocionales significativas para quienes la experimentan. En el caso de la infanta Elena, su hábito de comprar en la teletienda generó gastos enormes e innecesarios, además de acumular productos innecesarios. Se dice que la infanta ha gastado miles y miles de euros en compras en la teletienda.
La infanta Elena, una amante a gastar dinero
Aunque este aspecto de la vida de la infanta Elena ha permanecido en gran medida fuera del ámbito público, lo cierto es que revela hasta qué punto puede la familia real gastar su dinero. La infanta Elena siempre utilizó su dinero, pero se dice que también llegó a utilizar el dinero de Juan Carlos I para hacer sus compras, algo que sin duda alguna podría dejarla en muy mala posición. Actualmente ya no es tan adicta a la teletienda, pero sí que disfruta haciendo compras.