La infanta Elena, hermana del rey Felipe VI, ha guardado un secreto por años y es que es una apasionada del flamenco. La mujer, de 59 años, ha sido vista en varias ocasiones saliendo a bailar flamenco en Madrid.
Presuntamente Elena es una gran aficionada al flamenco desde que era pequeña. La pasión de la royal por este género es un secreto a voces en la familia real. Pero se ha dado a conocer que la infanta suele salir a bailar flamenco en privado, sin embargo, en ocasiones ha sido vista bailando en público.
La infanta Elena, una flamenca y bailona discreta
Aunque no lo demuestra públicamente, se dice que la infanta Elena es una buena amiga de sus amigos, se interesa por ellos y los cuida. De acuerdo con fuentes cercanas a la royal consultadas por Vanitatis, la mujer recibe en su casa a sus amistades y hace una vida muy sencilla, atendiendo a sus compromisos, dedicándose a sus aficiones y paseando por su barrio a su perro Tula, un cariñoso y apacible fox terrier.
El mismo medio asegura que la hermana de Felipe VI tiene muy buena relación con sus hijos, Victoria Federica y Froilán, que cada vez son más independientes, pero también les regaña si considera que hacen algo que no es adecuado, como cuando su hija mostraba el tirante de su ropa interior en un acto o cuando el joven salía en redes sociales.
Lo cierto es que muchos medios coinciden en que a la exesposa de Jaime de Marichalar le gusta mucho bailar, es capaz de bailar la sintonía del telediario, según explica un amigo suyo. Cuenta que a los diecisiete años se ponía sobre una tarima en la discoteca y pasaba horas y que de joven acudió al estudio de Conchita Huete en el barrio de Salamanca para aprender ballet clásico. Por tal motivo baila flamenco y sevillanas, y cuando escucha música española la disfruta y la baila como nadie.
Pero al ser una persona discreta y no suele hablar de su afición por el flamenco y prefiere disfrutar de su pasión en privado. Aunque ya ha sido vistas por algunas personas cuando goza de unas madrugadas locas en Madrid; este suele ser su ‘vicio’ oculto.
Otros aspectos de la infanta Elena
Más allá de su pasión por el baile y el flamenco, los propios amigos de la infanta aseguran que es una mujer muy sentimental, se emociona fácilmente desde con una película a con una canción. Aunque a ella le avergüenza, dio la vuelta al mundo su imagen llorando mientras su hermano Felipe era el abanderado de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Prefiere no mostrar sus emociones en público, como le sucede a su madre, la reina Sofia.
El citado medio afirma que Elena tiene compostura, sabe estar, muestra dignidad, pero al mismo tiempo también proyecta humanidad. Cuando está con gente necesitada se desvive sin sobreactuar y no olvida a quien la necesita. No se considera una intelectual, le gusta todo lo popular, música contemporánea, lectura entretenida o el cine romántico, por ello conecta tan bien con la gente.