La infanta Elena se ha convertido en una de las caras más queridas de la realeza, ya que es una integrante de la familia real diferente a cualquier otra y que muchos aseguran, ha tenido una vida incluso injusta.
Actualmente es la única de sus hermanos que no está involucrada en un escándalo relacionado con el matrimonio o las relaciones, mientras que la infanta Cristina e incluso Felipe VI están en proceso de divorcio y en rumores de crisis matrimonial con Letizia, respectivamente. Por su parte, la infanta Elena se divorció de Jaime de Marichalar y no ha vuelto a casarse pues su religión le insiste en que ella sigue casada con su ex esposo a los ojos de Dios.
La infanta Elena aún sabe cómo divertirse, rebelde y moderna
Si algo ha dejado claro la infanta Elena a lo largo de su vida, es que pese a ser llamada "el pegamento de la familia", esto no implica que no tenga sus momentos en los que se sale un poco de los esquemas esperables de la familia real. Desde joven la ex esposa de Jaime de Marichalar ha sido una bailarina empedernida, incluso llegó a practicar ballet, pero lo que realmente le mueve los pies es la música española, no puede escuchar el son del Flamenco porque automáticamente empieza a bailar. En su juventud no conocía límites y aún con su edad actual no los conoce, es bailar hasta no poder más.
Durante el mes de mayo de 2023 tuvimos una acción de parte de la infanta Elena que podría desconcertar a más de uno, asistió a las instalaciones de IFEMA a disfrutar de un musical del conocido Nacho Cano que se estaba ofreciendo en ese momento bajo el nombre de "Malinche". Esa noche nadie esperaba que entre los espectadores estaría presente una de las infantas de la familia real, y no solo asistió, sino que a la infanta Elena le gustó tanto que luego del musical pasó tras bastidores a conocer a aquellos artistas que le habían ofrecido semejante espectáculo, incluso pudimos ver una foto en Instagram publicada en la cuenta de "Nacha la Macha", quien demostró sorpresa en el momento que se bajó del escenario y le comunicaron que "la infanta Elena te quiere conocer".
Ya resulta sorprendente el haber visto a alguien de la realeza en un ambiente tan casual e integrándose como una más, incluso no llevaba escoltas, algo que para Iñaki Urdangarin sería inaudito. La noche en el IFEMA no fue más que otra demostración de cómo es en realidad la madre de Victoria Federica y Froilán, una mujer muy apacible y con un vigoroso sentido del humor que no dejará indiferente a nadie, mucho menos a su familia, que pese a todas las diferencias que tienen a día de hoy, hace lo posible por apoyarlos a todos y evitar que las cosas se rompan más de lo que ya están, no por nada su apodo de "pegamento".