Los que ya hace mucho tiempo que siguen de forma habitual la actualidad de la casa real española saben muy bien que los últimos años esta institución ha pasado por uno de sus momentos más críticos.
De hecho, el problema no ha sido la abdicación de Juan Carlos I y el hecho de que su hijo Felipe VI haya subido al trono, sino todas las polémicas que han rodeado a la figura del hoy rey Emérito Juan Carlos I así como, entre otros, a IñakiUrdangarín, el aún marido de la infantaCristina.
Tantos fueron los titulares que protagonizaron estas dos figuras clave en la institución que, una vez Felipe ya se hizo con el trono, no tuvo ningún problema, entre otras cosas porque así lo había decidido desde hacía ya tiempo junto a su mujer, Letizia, que era el momento de apartar a toda su familia de la institución y que la corona tan solo se representará a través de ellos dos así como de sus hijas, Leonor y Sofía.
Los movimientos de su familia política que no gustan a Letizia
En este sentido, no es que sea precisamente ningún secreto que durante años nombres como los de la infanta Cristina o la infanta Elena han desaparecido completamente el panorama no tan solo de la institución sino también a nivel mediático, un movimiento evidentemente calculado y calificado por la institución para ir poco a poco calmando las aguas después de años de mucho lío.
Eso sí, cabe destacar que, como se pudo comprobar hace poco en Ginebra con motivo de la celebración de la mayoría de edad de Irene Urdangarín, la hija pequeña de IñakiUrdangarín y la infanta Cristina, tanto la infanta Elena como su hermana está un poco a poco volviendo a ganar protagonismo en los medios de comunicación y, además, haciéndolo mostrando su mejor cara.
Cuentan desde el entorno de la casa real que tanto las dos hermanas como su padre, Juan Carlos I, que su madre, la ReinaSofía, que siempre ha vivido con mucha distancia todo lo sucedido, estaba intentando poco a poco recuperar todo el terreno que han perdido los últimos años de la institución, algo que evidentemente nos gusta precisamente a una reina Letizia que había sido una de las voces más autorizadas que había logrado apartarlos de Zarzuela.