Si no fuera por la Corona, el rey Felipe VI podría haber sido una estrella de la actuación. Así se pudo comprobar en una entrega del programa ‘Viaje al centro de la tele’ de TVE. Los creadores desenterraron unas imágenes que habían estado en la sombra todo este tiempo. Estas imágenes muestran al entonces príncipe de Asturias, que contaba tan solo con 17 años, actuando en una obra de teatro en Canadá.
En ese momento, Felipeestaba estudiando el COU, que es el equivalente al bachillerato en la actualidad, en el Lakefield College School en Toronto, Ontario. Su padre, el rey Juan Carlos, y su madre, la reina Sofía, habían decidido enviarlo a Canadá para ampliar sus horizontes. Un cambio de aires que le llevó a hacer realidad algunas de sus ilusiones.
La infanta Elena quiso ser bailarina de ballet
Pero Felipe no es el único con cierta vena artística. A la infanta Elena también le generaba curiosidad el mundo de la interpretación. Pero en su momento tuvo que renunciar a sus sueños de juventud.
Una de sus primeras vocaciones fue la danza, más específicamente el ballet. Juan Carlos y Sofía la inscribieron en clases de ballet clásico, ya que era algo que le gustaba y que también le inculcaba disciplina. Y Elena había soñado con llegar a ser bailarina en el Royal Ballet de Londres. Incluso se la vio actuar en numerosas ocasiones en su juventud.
Juan Carlos y Sofía dicen “no”
Pero cuando Elena cumplió los dieciocho años, tuvo que abandonar ese sueño para siempre debido a sus responsabilidades reales. Sus padres le prohibieron seguir por ese camino. Solo la apuntaron a ballet para que adquiriera disciplina y compromiso, nada más.
A partir de ahí comenzó sus estudios de pedagogía y el ballet se quedó en lo mencionado, un sueño. Quizás por eso la infanta Elena se ha vuelto una mujer más seria y malhumorada a la que rara vez la vemos sonreír en público.