Otro día pasa y la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin siguen sin cerrar su divorcio, y al paso que van lo más probable es que no veamos a la pareja divorciada este año. Se acercan las fiestas navideñas y seguramente todo quede pospuesto hasta enero como poco, pero mientras llegan las fiestas el divorcio sigue su curso mientras ambas partes intentan llegar a un acuerdo final de una vez por todas.
La pareja intenta encontrar una forma de repartir sus regalos en común
Durante su matrimonio la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han recibido diferentes regalos que ahora se han convertido en tema de discusión dentro del divorcio, deben ponerse de acuerdo sobre quién va a quedarse con qué cosas, y parece ser que lo que más problemas les estaría dando es un grabado de Picasso que poseen, entre otras obras de artistas que se les ha obsequiado con los años y que ahora ninguno quiere soltar.
El piso de Bidart sería otro de sus bienes en disputa, aunque bien es probable que Iñaki Urdangarin lo exija como parte de su compensación por todo lo que tuvo que pasar en prisión sumado al pago por su silencio, uno de los motivos mayores por los cuales el divorcio ha tardado tanto en concretarse pues no logran acordar una cifra final.
En cuanto a la cantidad de dinero que podría recibir el ex duque de Palma, nunca ha bajado de los 2 millones de euros, casi nada pero aparentemente tampoco suficiente para Iñaki Urdangarin, que también recibiría un pago mensual sumado a este enorme pago único.
La infanta Cristina quiere imponer una cláusula, Iñaki sin matrimonio
Una parte delicada del acuerdo de divorcio es que sabemos que las intenciones de Iñaki Urdangarin son poner en marcha su relación con Ainhoa Armentia apenas firme el documento, para de esta forma poder continuar su vida y con un buen colchón cortesía de la realeza de España. Sin embargo parece que las cosas no serán tan fáciles para él.
La infanta Cristina no está de acuerdo con esta decisión. Cuando se reveló lo de Ainhoa Armentia, la infanta estaba muy afectada. El tiempo ha pasado pero las asperezas siguen ahí, y es por ello que desea imponerle a Iñaki Urdangarin el que no se pueda casar después de divorciarse, aunque en el caso de hacerlo se le retiraría la pensión que pasaría a cobrar, y esto tiraría por tierra todos los planes del ex balonmanista, por lo cual obviamente no está de acuerdo.
Por todo esto las negociaciones están lejos de terminar, pero podríamos esperar que Iñaki Urdangarin encuentre la forma de evitar esta última cláusula, pues de no quedar satisfecho con el divorcio siempre puede divulgar toda esa información privada que la realeza intenta ocultar a toda costa, especialmente los detalles del caso Nóos en los que estuvo involucrada la infanta Cristina, y si hasta Juan Carlos I está metido en el divorcio resulta complicado que hagan la vista gorda.