Parece ser que fue hace ya unos meses cuando la infanta Cristina decidió acudir a la ayuda de su padre para que le diera consejos a la hora de afrontar su divorcio con IñakiUrdangarin. Muy dolida al ver que su aún marido había encontrado el amor de nuevo con AinhoaArmentia, cuenta que Cristina tenía muy claro que lo mejor que podía hacer para lograr su venganza era ponerle condiciones muy difíciles a Iñaki para el divorcio.
Una idea que chocó frontalmente con los planes de su padre, Juan Carlos I, que le dejó muy claro a su hija que lo mejor que podía hacer era facilitarle las cosas a Iñaki para que firmara un divorcio que la fuera incluso favorable a él y no a ella, entre otras cosas porque el emérito sabe muy bien de las diferentes propuestas que tiene Urdangarin encima de la mesa pagar, a cambio de una suculenta oferta económica, explica su versión de sus hechos durante muchos años en la casa real ya sea a través de un libro o de una entrevista.
Eso es algo que evidentemente desde la institución quieren evitar a toda costa, entre otras cosas porque precisamente Juan Carlos I e IñakiUrdangarin han sido dos de los nombres que más daño han hecho la institución por diferentes motivos.
Infanta Cristina no quiere saber nada de la familia de Ainhoa Armentia
Es por eso que, aunque el divorcio o no sea firmado, parece ser que existen ya diferentes cláusulas que le van a hacer la vida muy fácil a Iñaki una vez se separe definitivamente de su mujer, siempre y cuando, eso sí, opte por seguir guardando silencio.
Que parece ser que tiene muy claro la infanta Cristina es que, al menos de momento y hasta que se firme el divorcio, no quiere saber nada de unas posibles vacaciones conjuntas de IñakiUrdangarin y Ainhoa con sus respectivos hijos.
Evidentemente aún muy dolida por la infidelidad de su marido, la hermana del rey Felipe me ha dejado muy claro a Iñaki que, por mucho que él se pueda ir de vacaciones con su nueva pareja y con sus hijos, las dos familias deben seguir por separado, e incluso hay qué hora seguro que podría seguir siendo así una vez se firme el divorcio.