Parece que la infanta Cristina está pensando en hacer las maletas y regresar a España después de una década en Suiza. Barcelona, con su encanto y viejos amigos, se perfila como una opción tentadora. Aunque la infanta no se despega del todo de Suiza, y su jugoso trabajo con la fundación Aga Khan le permite mantener su lujoso tren de vida, con un sueldo anual de 400.000 euros. Una cantidad que seguirá percibiendo mientras teletrabaja la mitad del tiempo.
Y es que, aunque la infanta decida regresar a la madre patria, no tiene intenciones de deshacerse de su residencia fiscal suiza. Cristina tiene planeado trabajar desde suelo español como mucho 183 días al año para mantener esos 400.000 euros al año sin que Hacienda se lleve su parte. La infanta lo tiene bien planeado. La clave es no pasar más de 183 días en España. De esta manera, puede mantener su residencia fiscal en Suiza y esquivar cualquier impuesto español.
La infanta Cristina teletrabajaría 183 días al año mientras mantiene su sueldo de 400.000 euros
Pero ese no es el único motivo por el que la infanta quiere mantener su vivienda en Ginebra. En el horizonte se avecina la herencia de Juan Carlos I, el padre de Cristina. Su salud delicada tiene a sus hijas, las infantas Cristina y Elena, especulando sobre el tema. Con un patrimonio estimado en 2.000 millones de euros, una vez que Felipe VI renunció a su parte, a cada una le podrían tocar unos 900 millones. Y aquí es donde la estrategia de mantener la residencia fiscal en Suiza juega un papel crucial. Con este movimiento, la infantaCristina puede disfrutar de su herencia sin rendir cuentas a la Hacienda española. Queda claro Cristina sabe cómo cuidar su bolsillo y evitar esos agujeros negros que suelen formarse después de una buena herencia. Su padre ha sido un buen maestro.
El asunto, sin embargo, se presenta algo más complicado para la infanta Elena. La mayor de las hermanas tiene su residencia fiscal en Madrid, lo que le obligaría a rendir cuentas con Hacienda. Froilán, que ahora vive en Abu Dabi, podría ser su salvoconducto. Su testaferro. Él cobraría la herencia mientras Elena ejerce de administradora.