Ha pasado un largo tiempo desde que se descubrieron los datos más ocultos del caso Nóos, y los que faltan, pero con lo que sabemos fue suficiente para que Iñaki Urdangarin terminara pagando condena en la cárcel, de la cual salió antes de los esperado pero este lapso a la sombra fue suficiente para que la Casa Real se interesara en mantenerlo contento pues fue el único de los de la familia real que terminó en la cárcel. Su ex esposa la infanta Cristina se salvó y solo pagó unas multas, pero con el tiempo terminaría pagando más y más al ex duque de Palma para que este pueda hacer su vida lejos de la corona, y aparentemente lejos de su familia.
La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ya están divorciados pero sus vidas están lejos de separarse pues sus hijos no se irán a ninguna parte. Es idóneo que la relación entre los dos se mantenga en términos aceptables para que al menos no se genere tensión cada vez que se cruzan, pero los antecedentes no apuntan a nada bueno.
Irene Urdangarin no quiere saber de su padre, no la toma en cuenta
Una de las grandes perjudicadas del divorcio entre Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina ha sido sin duda alguna la hija menor que ambos tienen en común, Irene Urdangarin, quien se tomó bastante mal la separación de sus padres y en especial las acciones del ex balonmanista, pues el que dejara a su madre por Ainhoa Armentia fue algo que su hija no pudo tolerar, pero la cosa no termina ahí.
Durante todo el divorcio leímos y escuchamos sobre el deteriorado estado de la salud mental de Irene Urdangarin, de cómo necesitó de ayuda profesional para poder sobrellevar el divorcio de sus padres y del enorme rechazo que generó no solo hacia su padre, sino hacia su pareja, Ainhoa Armentia. Cuando Irene Urdangarin cumplió los 18 recibió una llamada de su padre donde tanto él como su pareja querían felicitarla, pero su hija se negó en seco, ya que no quería saber nada de ella.
Parte del rechazo de Irene Urdangarin se debe a algo que ocurría durante el matrimonio y seguiría ocurriendo ahora, y es que Iñaki Urdangarin no se ha hecho cargo en ningún momento de los estudios de su hija menor. Hasta el momento todos sus intentos por estudiar algo, sea el curso de hostelería o sus más recientes intentos en la autoescuela de Madrid, han sido completamente financiados entre la infanta Cristina y Juan Carlos I, siendo mayoritariamente el emérito quien más ha contribuido a la educación de su nieta.
Por este desentendimiento total de parte de Iñaki Urdangarin su hija se lo ha tomado bastante mal, también incluida la infanta Cristina, pues sabiendo que todo el dinero que le ha dado al ex duque de Palma ha ido a parar a otros lugares sin darle el más mínimo cuidado a sus hijos deja un antecedente de cómo podría ser su relación de ahora en adelante.