Fue hace ya unos meses cuando aparecieron por primera vez en los medios de comunicación las primeras imágenes deIñaki Urdangarin junto Ainhoa Armentia. Unas imágenes que no hacían otra cosa que confirmar lo que era un secreto a voces: que el matrimonio entre Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina hacía tiempo que se había acabado, al menos de forma oficial.
En este sentido, no es que sea precisamente ningún secreto que, más allá de que ella aquí y Ainhoa sigan juntos y que su relación no hago otra cosa que ir avanzando fases, el ex jugador de balonmano se encuentra en pleno proceso de divorcio con la hermana del rey Felipe VI.
Unas negociaciones de un divorcio que no está siendo precisamente fácil, entre otras cosas porque la infanta Cristina forma parte de la casa real, y eso evidentemente complica las cosas en muchos sentidos. Eso sí, cabe tener en cuenta que, más allá de su posición, la hermana del rey Felipe se está mostrando intratable en algunos términos, algo que está llegando a afectar a la relación que tiene con su padre.
La postura de la infanta Cristina que molesta a Juan Carlos I
Y es que parece ser que fue hace ya unos meses cuando, ya cuando se estaba empezando la negociación, la infanta Cristina dejó muy claro a su equipo y a su familia que no iba a ceder en nada, y que le iba a poner las cosas muy complicadas a Iñaki, especialmente a nivel económico.
Fue ahí donde el rey Juan Carlos, en Abu Dabi, decidió entrar en juego y dejarle muy claro a su hija que lo mejor que podía hacer era olvidarse de luchar en este sentido y darle a Urdangarin todo lo que pidiera, entre otras cosas porque el emérito sabía muy bien que Iñaki tenía en ese momento y sigue teniendo ofertas muy interesantes a nivel económico para contar su versión y todo lo que vivió durante muchos años en la Zarzuela, y eso es algo que precisamente en la institución no quieren que ocurra.
Si bien es cierto que en un primer momento si no aceptó el consejo de su padre se relajó en ciertos términos, parece ser que está dando marcha atrás y no tiene ninguna intención de facilitar las cosas, algo que está provocando que la relación con su padre se está volviendo cada vez más tensa, entre otras cosas porque lo último que quiere Juan Carlos I es que lleguen aún más escándalos en torno a la casa real española.