En una reciente aparición pública, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín protagonizaron un encuentro incómodo mientras asistían a un partido de balonmano en Granollers, donde su hijo Pablo participaba, pero la reunión no fue para nada amigable. La razón detrás de esta tensión se encuentra en la falta de un acuerdo de divorcio debido a las exigencias económicas del ex duque de Palma. De hecho, se rumorea que Iñaki, quien estuvo varios años tras las rejas por el estallido del caso Nóos, estaría perdiendo una cantidad significativa de dinero debido a su relación con Ainhoa Armentia. Fuentes cercanas a la infanta Cristina señalan que, si Iñaki no hubiese engañado a la infanta con la abogada y no hubiera comenzado un romance con ella, Cristina podría ser más generosa en el acuerdo de divorcio. Sin embargo, parece que Cristina no está dispuesta a financiar una vida de lujos a la mujer que se metió en su matrimonio.
Durante el partido de balonmano, la familia Urdangarín se encontraba presente en diferentes gradas del Palau d'Esports. Iñaki Urdangarin estaba sentado junto a su hija Irene, con quien parece que está reconstruyendo su relación. En una fila inferior, la infanta Cristina se encontraba al lado de su hijo Miguel. Según fuentes cercanas a la infanta, durante el partido, apenas cruzaron palabra. La presencia de la prensa y la posibilidad de ser molestados durante el partido contribuyeron a la tensión.
Negociaciones complicadas
La tensión entre Cristina e Iñaki proviene en gran parte de las dificultades para establecer las condiciones definitivas de su divorcio. “La infanta Cristina quiere zanjar cuanto antes esta situación, pero las elevadas exigencias de Iñaki lo pone difícil”, aseguran fuentes cercanas a la hermana de Felipe VI. Aunque todavía no hay un acuerdo en firme, la situación podría cambiar por el bien de sus hijos. Cristina está dispuesta a proporcionar una manutención acorde al estilo de vida de Iñaki, pero no quiere establecer regulaciones adicionales. La infanta sigue buscando consejo en su padre, Juan Carlos I, quien ya intervino anteriormente para aconsejar a su hija. Sin embargo, la fecha para la firma del divorcio sigue siendo incierta, ya que en un principio estaba programada para el 5 de junio pero se pospuso debido a los preparativos del cumpleaños de su hija Irene y una fiesta en Ginebra, a la que asistió Juan Carlos I, además de Iñaki.
Demandas económicas excesivas
Una fuente cercana a Cristina, citada por ‘Monarquía Confidencial’, señala lo siguiente: “La firma se ha demorado porque ambos no llegan a un entendimiento económico. Es la clave para cerrar esta etapa”. La infanta Cristina no está dispuesta a financiar la seguridad ni la residencia que Iñaki Urdangarin compartirá con Ainhoa Armentia. “Ella no tiene que mantener a nadie. Se van a separar, que cada uno siga su vida como mejor pueda”, aseguró el informante. La situación económica y emocional del ex duque de Palma parece complicarse cada vez más debido a su nueva relación y sus exigencias financieras para formalizar su divorcio.