Van más de dos décadas desde aquel otoño del año 1997, cuando la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se unieron en matrimonio. De este enlace nacieron: Juan, Pablo, Miguel e Irene. Vivieron en la Ciudad Condal, hasta que se trasladaron a Washington por trabajo. Pero, casi al final del 2011, la vida de todos dio un giro, Iñaki se vio implicado en el caso Nóos y tuvo que cumplir una condena. Después de salir bajo libertad condicional, aparecieron las fotos de él con Ainhoa Armentia. Y pese a que ya ha pasado un tiempo, peligra su relación con 1 de sus 4 hijos.
Hace unas semanas salían a la luz las fotografías familiares de la reunión por la graduación y el cumpleaños número 18 de Irene Urdangarin. La puesta en escena que se logró en Ginebra parecía irreal, tan feliz y armónica que recordaba a otros tiempos. Se reunieron para festejar el gran logro de la pequeña de los Urdangarin y su mayoría de edad, ¿nada podría salir mal? Con el trío conformado por la infanta Cristina, Juan Carlos I e Iñaki Urdangarin se adivinaba imposible. A pesar de que se veía pacífico, no era real. Entre otras cosas, porque Ainhoa Armentia sigue siendo una piedra en el camino de padre e hija.
La mala relación de Iñaki Urdangarin con Irene, no acepta a Ainhoa Armentia
En enero de 2022 estalló la imagen del ex duque de Palma de Mallorca con otra. Ese día, la vida de Irene cambió para siempre. Ver a su padre en los periódicos acompañado de otra mujer fue doloroso, además de que sorprendió por completo a la hermana de Felipe VI. Su relación se enturbió por completo. “La que peor se tomó las fotos de Iñaki y su amante fue Irene (...) se enfadó terriblemente con su padre”, escribió Pilar Eyre en Lecturas.
Los esfuerzos por calmar la situación y hacer entender la decisión de su padre de estar con otra pareja fueron insuficientes para la prima de Victoria Federica. Se negó a comprender cualquier tipo de justificación para lo que había hecho su padre, a quien admiraba profundamente. Aunado a esto, al ser la menor y vivir todavía con la infanta, fue testigo de su sufrimiento y las lágrimas que derramó. Lo cierto es que, al contrario de sus hermanos, la benjamina pasó buena parte de su vida lejos de su progenitor. Cuando él entró a la cárcel, ella tenía 13 años. Y al salir, lo de Armentia le pegó de lleno.
A tal efecto, la abogada complica el divorcio de los ex duques de Palma y, a su vez, la convivencia y calidez entre el exjugador de balonmano olímpico y su única hija. Está afectada, le echa en cara a su padre la separación de su familia. Como es lógico, no tiene ningún interés en conocer a su nueva mujer.
Irene decidió poner a un lado su orgullo para compartir con Iñaki Urdangarin uno de los días más felices de su vida. Eso no significa que lo perdone por engañar a su madre con Ainhoa Armentia.