Hay una historia muy conocida relacionada con la corona y que tiene que ver con uno de los escándalos más grandes que han tenido que afrontar en los últimos 20 años: el tan conocido y aún comentado caso Nóos, el cual se llevó a Iñaki Urdangarin a la cárcel y a la infanta Cristina a pagar una multa. Esta última salió bien parada pues su destino también podría haber estado tras las rejas, pero no le beneficiaba para nada a la familia real, así que buscaron la forma de evitarlo a toda costa.
Este escándalo, que involucra principalmente al ex duque de Palma, está relacionado directamente con una acción de la reina consorte Letizia, y es que desde esos años, es decir, aproximadamente 2011, no la hemos visto llevando su carísimo anillo de compromiso, hecho de oro blanco y diamantes talla baguette, con el cual Felipe VI le propuso matrimonio. Siempre se pensó que a modo de romper todo lazo con Iñaki Urdangarin es que Letizia se deshizo de tan valioso anillo (pues este compró el anillo de compromiso). Se pensó que solo era un trámite más de esto, pero el tiempo ha pasado y ahora conocemos el que sería el verdadero motivo: el punto de inflexión en el matrimonio de Felipe VI y Letizia.
Letizia se quitó el anillo cuando Felipe VI descubrió lo suyo con Jaime del Burgo
Ya es más que conocido a estas alturas el escándalo que se ha formado alrededor de la corona desde que Jaime del Burgo decidió hablar sobre su affaire con Letizia, el cual se habría mantenido durante años cuando la consorte ya estaba casada con Felipe VI, algo que el entonces príncipe de Asturias ignoraba totalmente, hasta que finalmente lo descubrió todo en el año 2011.
Desde ese momento, Felipe VI cambió mucho con Letizia. El rey perdió toda la confianza que podía haber tenido hacia su esposa. Sus comportamientos se transformaron, y fue, además, el punto de partida de una de las crisis matrimoniales más grandes que han vivido los reyes, una que casi acaba con su divorcio, pero que no ocurrió porque supieron adaptarse. Fue aquí donde inició el cese de convivencia de Felipe VI y Letizia. Dejaron de dormir juntos y dividieron su pabellón de Zarzuela para que cada uno hiciera su vida sin tener que verse con el otro, pero a pesar de esto los encuentros eran inevitables.
Fue a partir de este punto que perdimos todo rastro del anillo de compromiso que Felipe VI regaló a Letizia. Desde entonces esto se había atribuido a Iñaki Urdangarin y el caso Nóos, pues se pensó que el dinero turbio era el responsable de que Letizia ya no pudiera usar su anillo, pero ahora que la verdad ha salido a la luz sabemos qué tan atrás llegan los problemas de los reyes. Discusiones, peleas y malas miradas que se remontan a más de 10 años en el pasado, una muestra de que a día de hoy Felipe VI y Letizia se mantienen aguantando a duras penas.