Juan Carlos I es un hombre de armas tomar, siempre ha estado a la ofensiva cuando se presenta un problema y da la cara si la situación lo amerita. Esto lo podemos comprobar con sus acciones cuando se confirmó que Iñaki Urdangarin le estaba siendo infiel a la infanta Cristina con Ainhoa Armentia. Al principio, el emérito no quería ni ver en pintura al ex duque de Palma, ya que para él había sido una total falta de respeto lo que había hecho hacia su hija. Sin embargo, cuando el ex balonmanista comenzó a amenazar a la familia real con soltar trapos sucios si no cumplían con sus exigencias para el divorcio, el emérito se deshizo de todo rencor y comenzó a negociar con Iñaki Urdangarin para garantizar la seguridad de la familia, lo cual siempre ha sido primordial para el emérito.
Después de mucha negociación y retrasos, se pensaba que el divorcio entre el ex balonmanista y la infanta Cristina por fin llegaría a su fin, pero no ha sido así, ya que la infanta ha decidido tirar todo y negarse a firmar el divorcio, evitando así que Iñaki Urdangarin pueda estar libre de su compromiso con ella y que al mismo tiempo no pueda recibir su dinero, algo que le ha puesto de los nervios y con ganas de hacer todo de forma extrema. Sin embargo, aquí es dónde entra Juan Carlos I, el cual quiere calmar al ex balonmanista e incluso ha tenido una reunión con él.
El rey emérito se reunió con Iñaki Urdangarin en Vitoria
Juan Carlos I ha vuelto a España, ya que va a volver a participar en las regatas tal y como es su costumbre. Estuvo en el país para el cumpleaños de la princesa Leonor, pero como no le han dejado quedarse, tomó la decisión de irse a Londres. Estuvo el tiempo necesario en la ciudad inglesa y ahora ha vuelto a España, y aunque se podría pensar que el emérito viene expresamente para las regatas, lo cierto es que también ha vuelto con otro objetivo, pues su primer destino no ha sido Sanxenxo, sino que ha sido Vitoria.
¿Ya sabes por dónde vamos? El emérito ha estado en Vitoria con la excusa de un chequeo médico, pero lo cierto es que allí es dónde Iñaki Urdangarin está residiendo al lado de Ainhoa Armentia. Hubo una reunión discreta entre los dos que duró 50 minutos y que sirvió para calmar un poco al ex balonmanista. El rey emérito no quiere que ningún secreto salga a la luz, por lo que ha intentado controlar al ex duque de Palma para que no haga una tontería.
Juan Carlos I sigue poniendo sobre la mesa toda la fortuna que quiere el ex balonmanista e incluso se habla de que quiere más dinero, pero por ahora ambas partes están entre la espada y la pared, pues Iñaki Urdangarin no se puede divorciar y menos tener la totalidad de su dinero y la familia real teme que cualquier secreto de la corona salga a la luz.