Iñaki Urdangarin ha pasado por un auténtico calvario en los últimos años. Ha experimentado la soledad, la amargura y la traición, y para rematar, culpa a Juan Carlos de todos sus problemas. El caso Nóos lo dejó en una situación complicada, y aunque todos conocían los detalles más oscuros, nadie levantó un dedo para salvarlo. La respuesta del emérito, Juan Carlos, fue clara: había que sacrificar a un peón para salvar la corona, dejando en claro que la justicia es igual para todos.
Desde entonces, la relación entre Iñaki Urdangarin y el resto de los miembros de la Casa Real ha estado en un estado deplorable. Y ahora, a pesar de que el divorcio con la infanta Cristina aún no se ha firmado oficialmente, Iñaki ya no siente la necesidad de mantenerse atado a la corona.
Iñaki Urdangarin se convierte a católico
Pero su relación con la casa real o con la infanta Cristina no es lo único que ha cambiado. Durante su tiempo en prisión, el exduque encontró en la religión un refugio inesperado. La cárcel lo acercó a Dios, y se ha convertido en un católico devoto, tal y como reveló una fuente cercana al ex jugador de balonmano para Vozpopuli. La cárcel, con su soledad forzada y el tiempo para la introspección, llevaron a Iñaki Urdangarin a buscar consuelo y significado en la religión.
Ahora, todos los domingos, el exjugador de balonmano se planta en la iglesia a escuchar la misa. El mismo Iñaki Urdangarin que antes estaba envuelto en escándalos y casos judiciales ahora dedica parte de su tiempo a la religión. Y no lo hace solo. Acompañando a Urdangarin en esta nueva etapa de su vida está Ainhoa Armentia. La abogada parece ser un apoyo importante en esta nueva etapa de su vida.