La relación entre Iñaki Urdangarin y Juan Carlos I siempre fue fluida. Ni con Jaime de Marichalar, ni con Letizia se mostró tan cercano. Y es que compartían distintos intereses como el deporte, el mundo de los negocios y amistades. En público, el rey emérito se veía relajado y hasta paternalista con el esposo de la infanta Cristina. Con las demás parejas de sus hijos se mostraba formal y con una postura políticamente correcta. Era tal su relación, que se apoyó en él para ocultar sus secretos a Sofía y sus hijas.
A estas alturas ya se sabe que Juan Carlos I no tuvo mucha suerte con sus yernos, aunque hubo un tiempo en el que sí lo creyó. Durante varios años, estuvo convencido de que sus hijas estaban casadas con hombres que las hacían felices y estaban bien posicionados para darles las vidas que merecían. La imagen perfecta de la Casa Real se empezó a derrumbar cuando se hizo público el “cese temporal de la convivencia” entre Jaime de Marichalar y la infanta Elena. Pero, después de todo, quedaba la pareja del siempre confiable Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina. Su yerno favorito, un aliado más para despistar a Sofía y a las infantas.
Iñaki Urdangarin conocía la relación entre Juan Carlos I y Corinna Larsen
Diversas informaciones trascienden desde que salió a la luz el affaire que tuvo Juan Carlos con Corinna Larsen. Después de décadas de buena prensa, el día más inesperado, al rey le estalló todo en la cara. Uno de los temas apremiantes, por supuesto, tiene que ver con sus devaneos con una “amiga especial”. Este año vio la luz la serie documental Juan Carlos: la caída del rey de SkyShowtime.
No solo se evidenció el vínculo que mantenía el rey emérito con el hijo menor de Larsen, a quien le enviaba “pocket money” o dinero suelto. Sumado a eso, se da a entender que la situación no era un secreto de dos. Se vuelve a hacer presente aquella fotografía que reunió al rey, la infanta Cristina, Iñaki y Corinna. Esta sería una de las pistas más grandes de que Urdangarin tenía pleno conocimiento de la aventura extramatrimonial de su suegro. En realidad, él debía ayudarlo a encubrir esta relación. Así no sabrían ni su esposa ni su suegra.
Más adelante, se aclaró este vínculo por medio de los correos electrónicos que consiguió Vanitatis, la sección informativa de El Confidencial. Se supo que el exduque de Palma estaba en busca de empleo y que la ex princesa de Sayn-Wittgenstein-Sayn intentó conseguirle un lugar en su organización. Al tanto de todo estaba el monarca, quien recibía informes del esposo de su hija. Y es que este trinomio estaba muy unido. Cuando la revista dio a conocer estos hechos, un amigo del aristócrata y antiguo socio de la alemana, les confió: “Urdangarin tenía mucha relación con Corinna”.
Los tiempos de Iñaki Urdangarin y Juan Carlos I llegaron a su fin hace mucho, poco pudieron hacer cuando se publicaron sus altibajos. La infanta Cristina y Sofía fueron sus menores preocupaciones después de todo.