La reina consorte Letizia está actualmente en el ojo del huracán. No es para menos pues con las últimas revelaciones relacionadas con su persona decir que ha quedado mal parada es decir muy poco. Sabemos que Letizia siempre ha sido una mujer rígida y de carácter. Le dijo en su momento a Felipe VI que con ella no podría hacer lo que hizo su padre, Juan Carlos I, con la emérita Sofía de Grecia. Ella no toleraría infidelidades, no se repetiría ese matrimonio roto; pero solo bastó la aparición de Jaime del Burgo para darle una zasca a Letizia de la cual difícilmente se recupere pronto.
La consorte ha sido fuertemente criticada por todo y todos, incluida su hija Leonor de Borbón. Letizia difícilmente tiene un lugar donde ocultarse y durante el fin de año todo apunta a que se mantendrá de esta forma. Aprovechando la repercusión en la que se ha metido la consorte sería oportuno revisitar una relación pasada, más precisamente su primer matrimonio, y qué ha sido de su primer esposo.
Alonso Guerrero está totalmente irreconocible
La historia de Letizia y Alonso Guerreroes curiosa pues mantuvieron un noviazgo que duró 9 años, una cantidad de tiempo que se vio interrumpida por la pedida de mano y el posterior matrimonio de la pareja, un matrimonio que duró mucho menos que su noviazgo, pues se casaron en 1998, y en 1999 ya estaban firmando los papeles del divorcio.
Durante esta época, Letizia aún muy lejos de ser princesa de Asturias y mucho más de llegar a la posición de reina consorte, estaba ganando renombre en el campo del periodismo. Para entonces trabajaba en Bloomberg TV, de ahí en adelante no pasaría mucho tiempo para que conociera a Felipe VI, no sin antes pasar unos buenos años disfrutando de su juventud.
Por su parte, Alonso Guerrero se dedicó a la escritura. Lamentablemente ninguna de sus obras han tenido demasiado éxito, pero esto podría deberse no a una falta de capacidad como escritor, sino a las consecuencias de haberse divorciado de quien se convertiría en reina de España. Se dice que su falta de éxito es a causa de presiones institucionales que evitan que las obras de Alonso Guerrero tengan más impacto.
Fuera de eso, es difícil saber quién es Alonso Guerrero al verlo a la cara hoy día. Si lo comparamos con esa imagen que se preservó de él de la época en la que estaba junto a Letizia, algo que ni siquiera ocurrió en este milenio y se nota, los años han pasado por la cara de Alonso Guerrero y se le nota. Las arrugas de la edad han hecho acto de presencia y el escritor se ve mucho más mayor que Letizia, si es que intentamos hacer algún tipo de comparativa entre los dos, otra prueba simbólica de que esos días de noviazgo y matrimonio han quedado estrictamente en el pasado.