En el mundo de la realeza europea, los rumores de infidelidades siempre han sido moneda corriente. Sin embargo, ninguna princesa ha superado a Carolina de Mónaco en acumular cuernos e historias de engaño, confirmando así la supuesta "Maldición Grimaldi" que parece acechar a esta familia real y que no ha dejado a la hermana mayor del príncipe Alberto en muy buen lugar.
Desde su juventud, la princesa Carolina destacaba como una de las royals más hermosas de su generación. Los aristócratas y miembros de las Casas Reales más importantes del mundo se disputaban su atención, incluyendo al entonces príncipe Carlos, el soltero más codiciado del Reino Unido en la década de los 70. Sin embargo, Carolina solo tuvo ojos para un hombre: el seductor Phillipe Junot.
Phillipe Junot: el primer capítulo de la saga de traiciones
El romance entre Carolina y Junot despertó la polémica desde el principio. A pesar de la desaprobación de sus padres, Rainiero y Grace Kelly, quienes no veían con buenos ojos la diferencia de edad entre ellos. No obstante, tuvieron que aprobar su matrimonio para evitar mayores escándalos, dado que las imágenes subidas de tono de Carolina y Phillipe en la cubierta de un barco ya le habían dado la vuelta al mundo. Y así, el 29 de junio de 1978, Carolina de Mónaco, con tan solo 21 años, se casó con Phillipe Junot en una ceremonia en el Palacio de Mónaco. Pero, lamentablemente, este matrimonio estaba destinado al fracaso debido a las constantes infidelidades de su marido.
No era ningún secreto que a Junot le encantaba rodearse de mujeres, a pesar de su supuesta felicidad matrimonial. En julio de 1980, apenas dos años después de su boda con la princesa monegasca, salieron a la luz imágenes comprometedoras en las que el famoso capitalista de riesgo aparecía en compañía de una atractiva mujer llamada Giannina Faccio. Los Grimaldi no toleraron esta humillación y desterraron a Junot de Mónaco, dejando claro que ya no tenía lugar en los eventos oficiales del Principado. El divorcio entre Carolina y Junot no se hizo esperar y se concretó ese mismo año.
Carolina lloró lágrimas de sangre por la pérdida de su primer amor, pero desafortunadamente, lo peor estaba por venir. Tiempo más tarde volvió a encontrar el amor en Stéfano Casiraghi, quien se convirtió en el padre de sus tres hijos mayores, Carlota, Andrea y Pierre. Pero la tragedia golpeó nuevamente cuando un accidente de barco se llevó la vida de Casiraghi el 3 de octubre de 1990.
El tercer matrimonio en ruinas: Abuso de alcohol, violencia e infidelidades
Durante su duelo, Carolina encontró consuelo en los brazos de Ernesto de Hannover, el marido de una de sus mejores amigas, Chantal Hochuli. Sin embargo, su relación fue todo menos tranquila. El escándalo estalló cuando se filtró que Carolina y Ernesto habían compartido un hotel en Tailandia mientras aún estaba casado con Hochuli, de quien se divorció en 1997. En 1999, Carolina y Ernesto de Hannover se casaron y tuvieron una hija, Alexandra. Pero el abuso de alcohol, las conductas violentas y las continuas infidelidades de Hannover fueron las causantes de la ruptura de su tercer matrimonio. Aunque legalmente siguen casados, llevan vidas separadas desde 2008. Ernesto ya no tiene reparos en mostrar sus amoríos con otras mujeres, y recientemente ha oficializado su romance con Claudia Stilianopoulos.