No es que sea precisamente ningún secreto que el origen de muchas de las familias reales europeas que actualmente siguen vigentes se remonta a varios siglos atrás. En este sentido, si bien es cierto que hoy en día son muchos los ciudadanos los que dan la espalda este tipo de instituciones, al final son las que siguen estando en el poder en muchos países en Europa, como es el caso de España, Noruega o Mónaco, entre otros reinos y principados.
Así, uno de los principales motivos de preocupación de la inmensa mayoría de miembros de las casas reales en Europa es evidentemente su descendencia y, sobre todo, que su descendencia pueda tener los mismos privilegios que han tenido ellos durante su vida.
Y ahí es donde la situación de la hija de Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover, Alexandra, no es que sea precisamente la más favorable, entre otras cosas porque son muchas las familias reales europeas que no quieren saber nada de ella.
Alexandra de Hannover sigue sin contar para muchas casa reales
Su madre, Carolina de Mónaco, estaría más que encantada de que su hija recibiera un trato mejor por buena parte de las familias reales europeas, pero al final este tipo de instituciones se rigen por el título y no por las voluntades de las familias en sí.
Así, la princesa Alexandra de Hannover continúa sin figurar en la lista de invitados de los eventos de la gran realeza europea como por ejemplo el sonado décimo octavo cumpleaños de la princesa Ingrid de Noruega. Para muchas familias reales europeas Alexandra es princesa pero, como su madre Carolina y su tía Estefanía, una princesa de segunda fila.
Cabe tener en cuenta, eso sí, que su relación con Ben-Sylvester Strautmann, un joven de la alta sociedad alemana y el futuro heredero de una gran fortuna amasada gracias a la venta de maquinaria agrícola en la zona de la Baja Sajonia, con el que ya se está empezando a hablar de boda, le garantiza una vida en la que no tendrá problemas para llegar a fin de mes.