Jaime del Burgo ha desatado un vendaval en la Casa Real con sus declaraciones incendiarias, las cuales podrían desencadenar consecuencias imprevisibles para el futuro de la monarquía. La reina Letizia, quien había dedicado esfuerzos incansables para mejorar la imagen de la Corona, ahora se encuentra en el epicentro de la tormenta, enfrentando acusaciones de infidelidad y poniendo en tela de juicio la estabilidad de su matrimonio con el rey Felipe VI.
El ex de Telma Ortiz ha lanzado sus afirmaciones sin titubear, desafiando amenazas y rechazando cualquier intento de comprar su silencio. Sus revelaciones no solo arrojan luz sobre su relación extramatrimonial con Letizia, sino que también exponen un profundo resentimiento hacia la monarquía, a la que acusa de ser una "dinastía de dictadores" que ha ejercido el poder en España durante siglos.
Mientras que Del Burgo continúa desvelando detalles de su relación con Letizia, los esfuerzos de la Casa Real por contener la situación parecen ser en vano. No solo están preocupados por las revelaciones sobre su affaire con el abogado, sino también por las fotografías de su pasado que podrían mostrar a la reina en situaciones muy comprometedoras. Específicamente, se rumorea que están en busca de una imagen en la que Letizia aparece completamente ebria, tirada en el suelo, lo que podría poner en entredicho su ya mancillada reputación.
Los excesos de Letizia en México
Una de las épocas más controvertidas de Letizia fue durante su estadía en México a mediados de los años 90, donde se entregó a una vida de excesos y desenfreno. Según testimonios de personas cercanas a ella, como su amiga Sara Cuéllar, la reina, que ahora se presenta como abstemia, solía consumir grandes cantidades de tequila y vino en compañía de amigos. Se dice que era una auténtica fiestera, y que rara vez se le veía sin una copa en la mano. Las comidas no eran acompañadas de agua o zumos, sino de tequila, una bebida que ella disfrutaba hasta el punto de embriagarse por completo.
La búsqueda de la fotografía incriminatoria
En esta atmósfera de libertinaje, Letizia se veía envuelta en situaciones comprometedoras, como relaciones amorosas con hombres casados y episodios de borrachera que la dejaban incapaz de mantenerse en pie. Durante alguna de estas noches de excesos, se especula que alguno de sus numerosos pretendientes pudo haber capturado una fotografía de ella en estado de embriaguez, una imagen que la Casa Real estaría desesperada por mantener en secreto.
La preocupación en La Zarzuela es palpable, ya que estas revelaciones podrían dañar irreparablemente la imagen de Letizia y, por extensión, la de la institución monárquica. Los esfuerzos por suprimir estas fotografías comprometedoras han sido infructuosos hasta el momento, y la presión aumenta a medida que el escándalo Del Burgo continúa cobrando fuerza.
Así, el pasado escandaloso de Letizia se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para la Casa Real, que lucha por mantener bajo control la situación mientras enfrenta una creciente ola de críticas y especulaciones. La búsqueda de estas imágenes comprometedoras es solo un síntoma de la preocupación generalizada dentro de la institución, que teme que el legado de la monarquía se vea empañado por los errores y excesos de la reina Letizia.