En los últimos años, el príncipe Harry ha dejado atrás su imagen carismática y amigable para sumirse en un aislamiento preocupante. Los rumores apuntan a que su esposa, Meghan Markle, ha sido la fuerza detrás de esta metamorfosis radical. Recientemente, fuentes cercanas a la realeza han dejado al descubierto cómo la ex actriz ha tejido una red de control alrededor de Harry, destruyendo relaciones clave y dejándolo aislado en su nuevo hogar. Y una de las relaciones más devastadas por esta sed de poder es la que Harry mantenía con su entrañable niñera, Tiggy Legge-Bourke.
Conocida como Alexandra Shân Legge-Bourke en su vida fuera de los muros del palacio y como Tiggy Pettiffer tras su matrimonio en 1999 con Charles Pettiffer , Tiggy se convirtió en un pilar fundamental en la vida de los príncipes Guillermo y Harry durante la época en la que el matrimonio entre Lady Di y el entonces príncipe Carlos estaba en crisis. Su llegada trajo consuelo a los jóvenes príncipes, convirtiéndose en una segunda madre para ellos. De hecho, su vínculo con el príncipe Harry se mantuvo incluso después del trágico fallecimiento de la princesa Diana en 1997. Tiggy ha sido testigo de los momentos más importantes en la vida del duque de Sussex, desde la obtención de su licencia de la academia militar hasta la presentación oficial de Meghan Markle como su prometida. De hecho, la ex niñera de Harry fue una de las pocas invitadas al bautizo del príncipe Archie y fue elegida como una de sus madrinas. Sin embargo, tras su boda con la ex actriz y su posterior mudanza a Estados Unidos, Tiggy ha sido totalmente desplazada de la vida de Harry. Ahora bien, ¿es Meghan Markle la culpable de este distanciamiento? Los expertos aseguran que sí.
Meghan Markle contra el entorno de Harry: El juego de la manipulación
Voces confiables en el círculo real afirman que, desde su salida de la realeza en el 2020, Meghan ha tejido una tela de araña que ha atrapado las conexiones del príncipe. Sarah Vine, experta en temas de la realeza, indicó en el podcast ‘Palace Confidential’ que Harry ha perdido el contacto con sus amigos y confidentes más cercanos. “Escuché que no habla con ninguno de sus viejos amigos, no escucha a ninguno de sus antiguos asesores, personas como Tiggy Legge-Bourke, que solían ser una pieza clave para ayudarlo, simplemente no están con él nunca más”. Además, según la editora de Casa Real del ‘Daily Mail’, Rebecca English, Harry “está en un entorno nuevo y no tiene amigos propios. Todo es estadounidense y todo es Meghan”.
Doria Ragland, la tercera en discordia
Pero las acciones de Meghan no son las únicas responsables del distanciamiento del príncipe Harry de su pasado. Doria Ragland, la madre de Meghan, también ha emergido como una figura controvertida en esta trama. Lo que antes parecía ser un papel de suegra cariñosa se ha transformado en una presencia inquietante en la vida de la pareja. Los observadores reales sugieren que esta influencia podría haber sido un factor detonante de la crisis conyugal que enfrentan los Sussex en la actualidad. La aparente injerencia de Doria ha redefinido los límites de la relación matrimonial de Harry y Meghan, arrojando dudas sobre la autonomía de Harry dentro de este complicado escenario familiar.