Fue en enero de 2020 cuando se produjo la ruptura de Harry y la Corona británica. Según comentan, durante la Cumbre de Sandringham, el duque se reunió con Isabel II, Carlos III y Guillermo para conversar sobre la posibilidad de cumplir sus obligaciones institucionales a tiempo parcial. Pretendía irse a vivir fuera del país a hacer negocios, conservar la seguridad oficial e ir a Reino Unido cuando tuviera pautado algún evento oficial. Entonces se le ofrecieron dos opciones: continuar como siempre o renunciar a todo. Escogió la segunda y es una de las razones principales por las que el próximo rey no lo va a perdonar.
Cuando se anunció el cáncer del rey Carlos III, Harry dio a entender en una entrevista con Good Morning America que esta enfermedad podría tener un efecto reconciliador. La delicada afección debió modificar en cierta medida la percepción que tiene de su familia, lo obligó a admitir públicamente el deseo de estrechar lazos y acabar con las diferencias. Según dijo, estaba contento de haber podido ir a visitar a sus familiares en cuanto se enteró del padecimiento de su padre. Asimismo, expresó su disposición de volver más a menudo. Y esto es algo que no le sentó bien a Guillermo.
El príncipe no tiene intención de retomar el contacto ni reconciliarse con su hermano. Es una resolución que ni siquiera va a cambiar en medio del diagnóstico de cáncer que acaba de presentar su mujer, Kate Middleton.
Guillermo da por zanjado cualquier acercamiento con Harry
Informó el periódico The Times que el duque de Sussex le dijo a su círculo más cercano que está dispuesto a asumir labores institucionales mientras su progenitor esté en tratamiento. Por supuesto, la condición de Kate refuerza más este ofrecimiento. Sin embargo, fuentes de Buckingham se apresuran a negar que esta sea una solución. De hecho, refuerzan que el príncipe exiliado tomó esta decisión consciente y que no hay retorno.
“Lo que he oído es que, mientras el Rey está dispuesto a arreglar las cosas con su hijo menor, el príncipe Guillermo insiste en que la Casa Real debería respetar el acuerdo de la cumbre de Sandringham con la reina Isabel de 2020”, explica Richard Eden en Palace Confidential. El rey en ciernes no va a vulnerar el trato que se hizo en 2020, cuando el marido de Meghan Markle renunció a la monarquía. Una aventura que desbocó en una lucrativa carrera en Estados Unidos, eso sí, a costa de su nombre y las historias que reunió de la Familia Real.
La relación de los hermanos está irremediablemente rota, no habrá ningún cambio cuando el Royal ascienda al trono. Antepondrá su deber y sentido de responsabilidad con la Corona a cualquier sentimiento personal, que tampoco está inclinado a perdonar. Después de las explosivas memorias, En la sombra, el heredero perdió el escaso cariño que le quedaba. “No hay manera de que a los Sussex se les permita volver a unirse a ‘La Firma’ cuando Guillermo esté en el trono”, comentó Eden.
No hay cambio alguno en la postura de Guillermo con respecto a Harry. La propuesta de retomar la representación de la Corona es, cuando menos, un insulto.