El hecho de tener una corona sobre la cabeza y vestir trajes de gala no significa que viven cuentos de hadas. Al igual que el resto de las personas, han tenido romances trágicos que marcaron su vida. En la historia de la realeza europea, los romances imposibles están servidos. Y es que los sentimientos no se pueden controlar, el corazón es absolutamente subjetivo y no distingue cargos ni títulos nobiliarios. A pesar de tener poder, no siempre se pueden materializar los caprichos del corazón. Te contamos acerca de Gigi Howard, la amante prohibida de Felipe VI que es madre soltera en la actualidad.
Es muy común que príncipes, princesas, reinas y reyes tengan que vivir romances secretos. Con tal de no perder su posición y condición real, tienen aventuras a escondidas. De lo contrario, se enfrentan a una vida llena de soledad. Por su parte, Felipe VI tiene un historial sentimental poco conocido. A pesar de que se sabe cuáles fueron algunas de sus novias, siempre intentó mantener sus affaires en secreto. Por lo tanto, algunos nombres destacan sobre otros. Mucho antes de comprometerse con Letizia, el rey estuvo muy enamorado de Gigi Howard. La mujer que le robó el corazón al entonces príncipe afrontó un período de depresión y tuvo un hijo en solitario.
Gigi Howard después de Felipe VI
Cuando el aristócrata estaba cursando un máster en Georgetown, Estados Unidos, conoció a Gigi. Marie-Chantal Miller, quien entonces era pareja de Pablo de Grecia (su primo), los presentó. Disfrutaron de una temporada juntos y para el joven fue imposible no enamorarse de la modelo. Aquellos meses se volvieron un sueño, uno que terminó muy pronto. Desafortunadamente, un fotógrafo frustró sus planes al invadir la privacidad de ella. De esto han pasado muchos años, la vida de ambos ha dado muchas vueltas. Él se casó con una presentadora y tuvo dos hijas, mientras que ella es madre soltera y dueña de su propia firma.
Más de dos décadas después, Howard rehizo su vida. “Tenía 42 años, no estaba casada, no tenía novio y quería ser madre, así que busqué un donante anónimo y tuve un hijo”, confesó a la revista Vanity Fair. El nacimiento de su hijo no fue tan sencillo como esperaba, por lo que tuvo que trasladarse a Georgia con su familia durante los primeros meses. A pesar de que deseaba la maternidad y tomó la decisión de ser madre en un buen momento, no empezó de la mejor manera.
“No solo tuve una depresión posparto, tuve una mega-dosis de ella. Desgraciadamente, es una realidad para muchas madres primerizas”, comentó. La carga emocional de dar a luz fue tan abrumadora, que se llegó a cuestionar todo. Para superarlo tuvo que acudir a una psicóloga especialista en depresión postparto, quien la llamaba todos los días para hacer terapia. Además de su pequeño, su otro gran bebé es su empresa SIO Beauty. Una empresa cosmética que produce parches para revitalizar el escote y el cuerpo.
El final feliz de Gigi Howard y Felipe VI fue muy distinto al que hubieran pensado hace más de 20 años.