Son muchos miembros de la familia real los que han criticado a Froilán durante toda su vida. El hijo mayor de la infanta Elena siempre ha estado en el ojo del huracán y no es para menos, ya que ha tenido una juventud bastante conflictiva. Desde los 16 años ya demostraba descontrol en su vida y es que el hijo de la infanta Elena era un chico muy activo, actividad que ha mantenido con el paso de los años y Susanna Griso da una explicación a esto.
Según la periodista, Froilán sufre de un trastorno muy frecuente que la familia real ha intentado atender, pero que al no tener cura, se hace muy complicado de controlar. Susanna Griso expone que el nieto de Juan Carlos I sufre de hiperactividad, el cual es quizá uno de los trastornos más conocidos y más visto entre jóvenes. La hiperactividad no es un trastorno maligno como otros trastornos tales como la depresión o la ansiedad, pero sí que puede llegar a ser un problema a largo plazo, y en este caso ha sido un problema para Froilán.
El joven hijo de la infanta Elena ha tenido que mudarse a Abu Dabi y establecerse allí debido a los distintos problemas que tuvo en España, la gran mayoría de esos problemas relacionados con la vida tan activa que tenía Froilán en Madrid sin poder controlarse ni un poco.
Así es el trastorno que padece Froilán de Marichalar
Como hemos dicho en líneas atrás, la hiperactividad de Froilán ha sido un problema con el que ha tenido que lidiar desde muy pequeño. Se le avisó a la infanta Elena que su niño necesitaba de ir a terapia y someterse a un tratamiento leve para poder llevar una vida normal como la de cualquier niño, pero se nota que la infanta Elena hizo poco caso a esto, ya que Froilán a día de hoy sigue con su trastorno, o al menos es lo que declara Susanna Griso.
El TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) es un trastorno muy frecuente durante la niñez y tiene que ver con el neurodesarrollo. Provoca, por lo general, que los niños no puedan prestar atención al cien por cien al desconcentrarse con casi cualquier cosa. Eso no es todo, pues también es característica la gran dosis de energía que puede tener el pequeño y que le hace ser alguien muy inquieto, impulsivo y con problemas de conductas.
Si analizamos estos patrones, todos van con Froilán de Marichalar, el cual ya durante su adultez se acostumbró a llevar un vida muy animada y activa en Madrid, saliendo de una disco para ir a otra.
El TDAH se manifiesta en niños, pero es un trastorno que puede permanecer en la vida de la persona incluso después de la adultez, y aunque con los años los síntomas se hacen menos graves y más ligeros, es un hecho de que no tiene cura y la única forma de controlar dicho trastorno es con tratamiento y una adecuada y tranquila educación durante la niñez, algo que Froilán en gran medida no tuvo por el divorcio de sus padres cuando era apenas un niño, lo que le hizo querer llamar más la atención.