Desde principios de 2023 conocimos la noticia de que el hijo menor de la infanta Elena, Froilán de Marichalar abandonaba el país por exigencia de los reyes a su madre, el joven había llegado a un punto de no retorno que comprometía en numerosas ocasiones la imagen de la familia real.
La gota que derramó el vaso fue la presencia del hijo de la infanta Elena en una pelea con cuchillos a las afueras de un club nocturno de la ciudad de Madrid. Cuando Felipe VI y Letizia se enteraron de esto la orden fue inmediata, Froilán tenía que rectificar sus acciones y es por ello que lo mandaron junto a Juan Carlos I, donde el joven ha vivido y trabajado desde entonces. Hasta donde sabemos gana un salario bastante decente y tiene su propio domicilio gracias a su empresa, ha regresado a España en un par de ocasiones, pero el tiempo ha pasado y quiere regresar permanentemente, esto no agrada a la infanta Elena.
El problema es sencillo, y es que la presencia de Froilán lejos de España se ha convertido en la piedra angular de la millonaria herencia que la infanta Elena estaría por recibir. Durante todo el año igualmente se han reportado avances por parte de Juan Carlos I para organizar todo el papeleo pertinente de forma que sus dos hijas reciban cada una su parte correspondiente de la herencia, recordemos que Felipe VI no aspira a un solo centavo pues rechazó cualquier dinero proveniente de su padre en un intento de blanquear la imagen de la corona.
La infanta Elena necesita que Froilán se quede en Abu Dabi
Si bien en un principio el viaje de Froilán a Abu Dabi pudo ser un poco extremo, ahora le ha venido de perlas a su madre, y es que ella tiene un severo problema en caso de recibir la herencia de Juan Carlos I. La infanta Elena, a diferencia de su hermana, sigue residiendo en España, por lo que cualquier ingreso de dinero debe ser declarado a Hacienda, correspondiendo a un impuesto que la hermana del rey estaría intentando evitar bajo cualquier medio.
Aquí es donde Froilán se convierte en la pieza clave, su madre solo tendría que convertirlo en el heredero de la fortuna que recibiría del emérito y que de esta forma el dinero pase directamente por Abu Dabi y sea administrado por la infanta Elena desde España. De esta manera el movimiento de dinero no tendría que ser declarado y la hermana del rey no se vería en la necesidad de pagar el impuesto, pero todo este plan se derrumba si Froilán regresa a vivir a España.
Por un lado, Juan Carlos I tiene tiempo queriendo volver a España, y junto a él Froilán le seguiría la pista. Desde sus inicios trabajando en Abu dabi se ha sabido que el joven ha tenido problemas para adaptarse a su nueva vida, no ha dejado de trabajar desde entonces, pero más le conviene a su madre que se mantenga allá por un tiempo más.