Cuando hablamos de una imagen jóven, rebelde y que constantemente busca problemas, como una pelea con cuchillos, a más de uno le viene a la mente la imagen del hijo de la infanta Elena, Froilán de Marichalar y Borbón, alguien que creció sin figura paterna y que con el paso del tiempo se ha metido en más y más problemas, llegando, a la pelea con cuchillos que ya todos conocemos, la cual hizo que Felipe VI se metiera en la vida de su hermana y le exigiera que controlara a su hijo o lo haría él, y eso fue lo que ocurrió, la infanta Elena envió a su hijo con Juan Carlos I a Abu Dabi, y la vida ha cambiado para Froilán, quien vive con lujos, pero además trabajando en una de las petroleras más importantes del mundo.
La vida de Froilán es diferente ahora que se fue a Abu Dabi, pero las viejas costumbres no se pierden
A pesar de que Juan Carlos I seguramente no quiera encargarse 24/7 de su nieto, se ha encargado de darle un buen cuidado, gracias a él Froilán tiene un lujoso domicilio de gratis, así como el trabajo del que presume, lo que parece no tener aún, es amigos, el hijo de la infanta Elena ha estado teniendo problemas para integrarse en Abu Dabi (tal como ya muchos veían posible dado la lejanía de Froilán), y por eso cuando se le ha logrado avistar, ha sido sin compañía de nadie, parece ser algo que cambia poco a poco, pero también podría apuntar a un retorno de sus viejos amigos, esta vez, todos juntos en Abu Dabi.
Gracias a su prestigioso trabajo, Froilán gana un salario envidiable por muchos, se estima que gana entre 6.000 y 10.000 euros al mes, más que suficiente para que los rumores no suenen descabellados, por mucho que Froilán le haga frente, con dificultades, a su nueva vida, el jóven hermano de Victoria Federica podría optar por aprovechar su lujoso hogar y su permisivo salario para montar una que otra fiesta, se rumorea que el nieto de Juan Carlos I, a pesar de no estar ni de lejos al nivel del emérito en sus años de juventud, podría traer a sus amigos a Abu Dabi pagando sus vuelos, como una forma de hacer frente a su aparentemente solitaria y, hasta cierto punto, más tranquila vida en Abu Dabi.
En vista de pasadas actitudes de Froilán, pagarle el viaje a sus amigos no sería descabellado
Algunos comentan que su estancia en Abu Dabi habría servido para que el hijo de la infanta Elena enfriara un poco la cabeza y empezara a tomarse las cosas con calma, pero esto no necesariamente demuestra algo, pues cuando volvió unos días a Madrid después de haber partido a Abu Dabi, poco tardó en ser desalojado de una fiesta ilegal, en la que además se cometía el consume de sustancias estupefacientes.