Froilán, el hijo mayor de la infanta Elena, será designado como testaferro para recibir la fortuna de su abuelo, el rey emérito Juan Carlos I, y gestionarla en el nombre de su madre. La elección del hijo de Jaime de Marichalar para este papel se debe en parte a su residencia en Abu Dabi, donde ha vivido durante un tiempo junto a su abuelo. Debido a esto, Froilán tiene su residencia fiscal en la ciudad árabe, lo que le otorga ciertas ventajas fiscales, incluida la excepción de rendir cuentas a Hacienda una vez reciba los millones de su abuelo.
Esta decisión se toma en consideración de la situación fiscal de la infanta Elena, quien tiene su residencia fiscal en España y, por lo tanto, estaría sujeta a las regulaciones fiscales del país si recibiera directamente la fortuna de su padre. Al designar a Froilán como testaferro, se busca optimizar la gestión del dinero de Juan Carlos I y minimizar las “pérdidas” que les pueda provocar Hacienda, ya que mucho se ha hablado del dinero del emérito y de su aparente mancha.
Froilán llegaba perjudicado al trabajo
Froilán llegaba perjudicado al trabajo
La residencia de Froilán en Abu Dabi ha sido un tema de interés público, ya que ha pasado tiempo allí junto a su abuelo, el cual se ha establecido en la ciudad árabe tras su “exilio” por parte de Letizia. Abu Dabi es un paraíso para el rey emérito, y eso se debe a que no debe rendirle cuentas a nadie de su dinero, algo que sin duda alguna sí tendría que hacer en España.
Felipe VI ha dicho que no a la fortuna de su padre
A diferencia de la infanta Elena, Felipe VI ha tomado la decisión de rechazar la fortuna de su padre con el objetivo de preservar su imagen y reputación como monarca. Esta determinación también se extiende a las hijas del rey, Leonor y Sofía de Borbón, quienes tampoco recibirán ninguna suma de dinero de su abuelo.
La decisión de Felipe VI se fundamenta en el contexto de las controversias y escándalos que han rodeado al rey emérito en los últimos tiempos. Las acusaciones de corrupción y los señalamientos de conducta inapropiada han arrojado una sombra sobre la figura de Juan Carlos I, sombra que también ha cubierto la fortuna del emérito, tanto que algunos llegan a decir que se trata de un dinero sucio.
El esposo de la reina Letizia quiere evitar verse envuelto en cualquier comentario de ese estilo y por eso no recibirá ni un solo euro del rey emérito. Además, recibir la herencia de Juan Carlos I en este momento significaría un golpe innecesario para la corona, la cual sabemos no está en el mejor momento de la última década.
La infanta Cristina no tiene problemas en recibir su herencia
La infanta Cristina ha hecho lo mismo que su hermana mayor y le ha dicho sí a la fortuna que le dejará su padre. Ella, a diferencia de la infanta Elena, no tiene tantos problemas para recibirla pues su residencia fiscal se ubica en Suiza.