Cada vez las posibilidades de que Juan Carlos I regrese a España son más evidentes y también más altas. Algo que ha puesto de los nervios a la reina Letizia es que el presidente del Partido Popular, Alberto Nuñez Feijóo, le afirmó al emérito que si llegaba al Gobierno este haría lo posible por “restaurar” su imagen y permitirle entrar a España todas las veces que quisiera, lo cual ha supuesto, obviamente, un problema para la reina.
Felipe VI ha podido notar esta tensión en Zarzuela y con ello han venido varias discusiones. Nada ha vuelto a ser igual desde que el emérito afirmó hace unos cuantos meses atrás que volvería a España para ir a Sanxenxo, algo que ha sido todo un tema para los reyes, más que nada por la relación que llevan. Es obvio que Letizia no quiere a uno de sus mayores enemigos de vuelta a España, pero, en cambio, el rey sí que quiere, pues desea a su padre de vuelta a su país. No solo el rey quiere esto, sino que es algo que le conviene también a Casa Real por lo que ya hemos comentado en el pasado.
El matrimonio sufre de una crisis, o al menos eso es lo que se dice
El matrimonio de Felipe VI y Letizia Ortiz no ha sufrido una crisis tan grave desde 2013, pero muchos comentan que esta nueva crisis podría estar a la altura y que con ello el matrimonio peligre gravemente. De ser así, la relación de ambos podría romperse en mil pedazos, algo que quizás muchos cercanos a Felipe VI desean, pues afirman que el rey está bajo el control total de la reina y que muchas veces sus decisiones son absolutas.
Quizás en el aspecto como madre de familia la reina Letizia no lo ha hecho tan bien, sus hijas están recibiendo una muy buena educación, pero han sido alejadas de casi toda su familia. No suelen hablar mucho con sus primos y hay hasta prohibiciones de hablarle a algunos, pero no solo eso, sino que ni se llevan con la abuela (la reina Sofía), todo por caprichos de la reina Letizia.
Ahora, justo con los rumores de que Juan Carlos I pueda estar de vuelta en España e incluso vivir aquí, la reina Letizia está de los nervios. Incluso Felipe VI ha aclarado que su padre no tiene ningún tipo de cuentas pendientes con la ley ni nada parecido, algo que muchos han comentado en el pasado, incluso la reina Letizia. Es por esto que el choque se ha hecho tan evidente y las peleas y discusiones no paran en Zarzuela, eso sí, con cuidado de que nada se filtre.
Sin embargo, es obvio que hay una “crisis” que intentan ocultar y que ambos no comparten las mismas ideas. La reina Letizia ve como una mala influencia a Juan Carlos I y lo quiere lejos mientras que Felipe VI lo quiere de regreso porque es su padre y el rey emérito de España.