La relación entre la reina eméritaSofía y la reina Letizia ha sido un tema candente durante años. Los observadores reales no pueden evitar notar la evidente frialdad entre ambas mujeres, que se manifiesta en cada una de sus apariciones públicas. A pesar de las sonrisas forzadas y los gestos corteses en público, la tensión es palpable.
Letizia ha estado trabajando arduamente para mejorar la imagen de la familia real, con un enfoque particular en preservar el futuro reinado de su hija, la princesa Leonor. Esto ha implicado alejar a la familia real de cualquier polémica relacionada con el rey emérito JuanCarlos, incluyendo a figuras como Iñaki Urdangarin, la infanta Cristina, Froilán, la infanta Elena y, por supuesto, Sofía.
La reina Letizia y la emérita Sofía no se soportan
La revista Vanitatis señala que parte de esta tensión se debe a una competencia latente entre Letizia y Sofía. "Sofía nunca ha abandonado su papel de reina, y mientras la mayoría de las personas en su entorno la tratan como tal, la reina Letizia ya no la trata con tanto protocolo, lo que provoca ciertas incomodidades", informa el medio.
Sin embargo, a pesar de la tensión entre Letizia y Sofía, la relación de Felipe VI con su madre es diferente. El rey mantiene una buena relación con Sofía y la considera una víctima de los escándalos relacionados con Juan Carlos I. Si bien Letizia prefiere mantener su distancia de su suegra, Felipe tiene un lazo cercano con ella.
Felipe se escapa sin Letizia para ver a su madre
Según Vanitatis, siempre que su apretada agenda se lo permite, el Jefe de Estado visita a su madre a diario, sin la compañía de escoltas ni de Letizia. Casi cada tarde, Felipe se escapa para pasar tiempo con su madre y, por ende, con su tía Pecu. Esta tradición se remonta a su matrimonio en 2004 y es una muestra de su afecto y cercanía familiar.
En ocasiones, el rey acude solo a visitar a Sofía, mientras que en otras ocasiones, si se encuentran en España, lleva consigo a la infanta Sofía y la princesa Leonor, o al menos a una de ellas. Estos momentos familiares ofrecen una perspectiva más cálida y cercana de la relación entre el rey y su madre, en contraste con la tensión que rodea las interacciones públicas entre Letizia y Sofía.