En la corona de España, cuando hablamos de deslealtades o infidelidades el primer nombre que viene a la mente es el de Juan Carlos I. No es el primero ni será el último, pero el emérito se ha consolidado como un infiel de manual, alguien que durante su matrimonio ha visto a cualquier mujer menos a su esposa, Sofía de Grecia, y que conforme pasa el tiempo no dejan de salir nombres de sus amigas especiales que le hacían compañía en la cama durante sus días más alocados.
Pero no se trata de Juan Carlos I sino de los que vienen después de él, y el primero que sale a conversación es Felipe VI, alguien que muchas veces ha sido criticado por los seguidores del emérito ya que “no tiene el carisma de su padre”, tampoco su historial de miles de amantes, y esto último sería difícil con alguien como Letizia al lado, pero antes de la consorte existe un vacío legal donde ha existido mucha incertidumbre con respecto a las parejas del entonces príncipe de Asturias.
La presunta hija de Felipe VI con su primera novia oficial
Sin entrar en nombres que se posan sobre la cuerda floja de “novia o no”, podemos hacer referencia a Isabel Sartorius, la primera pareja oficial del rey y una de sus grandes decepciones por no poder contraer matrimonio. La ex novia de Felipe VI tenía de todo, hija de un aristócrata y una mujer millonaria, pero su madre era adicta a las drogas y eso fue uno de los motivos para que desde Zarzuela dinamitaran su relación, no estaban de acuerdo.
Tiempo después se supo que Isabel Sartorius tuvo otra pareja, Javier Soto, alguien de quien no se supo antes por lo bien ocultada que estaba la relación hasta entonces, pero una noche, según Pilar Eyre, la entonces reina consorte recibió una llamada de la madre de Isabel Sartorius, de quién era buena amiga, y esta le dice “tenemos un problema, Isabele está embarazada”, a lo cual Sofía de Grecia ni se inmutó, respondiendo que ellos no tenían nada que ver allí.
La hija de Isabel Sartorius nació y durante años continuó el misterio, al aparecer debido a su cara pixelada en los medios no había forma de compararla con su presunto padre, o con Felipe VI, a quien también se señalaba como posible padre, y es que durante esos años se rumoreaba que Mencía, hija de Isabel Sartorius, era rubia, tal y exactamente como Felipe VI, motivo suficiente para levantar sospechas sobre el verdadero padre de la niña.
Finalmente llegó el momento de eliminar el pixelado de la cara de Mencía, y ese fue el momento en el que cualquier sospecha de que Felipe VI era el padre se desvaneció al instante, esto a causa de que la niña era el vivo retrato de Javier Soto, no había duda alguna en que era su hija, por lo que todos se olvidaron del tema de ahí en adelante.