Alguien del estatus del rey no lleva cualquier cosa cuando se trata de coches, solamente lo más top en lujo y elegancia es lo que se espera que Felipe VI utilice en su día a día, en 2020 se hablaba mucho de su auto nuevo, un Mercedes valorado en 550.000 euros, más específicamente, un Clase S “superblindado”, en aquel año Felipe VI y Letizia fueron vistos en este coche cuando hacían un tour por España, la intención era incentivar el turismo, aunque no solo se les ha visto en este automóvil, sino también en un lujoso Renault.
El primer coche de Felipe VI, lejos de los lujos de la realeza
Cuando Felipe VI apenas era príncipe de Asturias y cumplió la mayoría de edad, su padre, Juan Carlos I decidió obsequiarle un coche, por una parte, el rey emérito es desde siempre un aficionado a los motores, pasión que comparte el actual rey, quien desde joven solía manejar un kart, eso cambió a sus 18 años, cuando Juan Carlos I le obsequió un auto, pero uno que raramente se podría relacionar con un royal.
La marca era Seat, el modelo, un Ibiza de color dorado, el cual es una opción accesible que en su momento podía adquirirse con unas 850.000 pesetas, que sin incluir la inflación, equivaldría a unos 5.100 euros, Juan Carlos I lo escogió precisamente por esto, además de ser “un guiño a la juventud”, pero hay un detalle, pues el coche de Felipe VI correspondía a la serie “VIP” del Ibiza, más exclusiva al ser de producción limitada, en un principio, se pensó incluso en que el Ibiza VIP sería diseñado única y exclusivamente para Felipe VI, aunque de por sí el automóvil viene con modificaciones pensadas para el entonces príncipe de Asturias.
Resulta curioso el pensar en las formas de las que habrá utilizado Felipe VI este coche para llevar a pasear a sus diferentes novias, que a pesar de no estar confirmadas oficialmente, se sabe que el rey en su momento estuvo muy involucrado con ellas a pesar de tener que desistir más de una vez de sus sentimientos por no ser conveniente o por presiones de su padre, a quien en una ocasión dejó de hablarle por un tiempo inclusive.
Felipe VI se reencuentra con su icónico coche años después
Los coches sufren mucho el paso del tiempo sin el adecuado mantenimiento, y el Seat Ibiza de Felipe VI estuvo 16 años aparcado sin uso, cosa que pudo haber acabado con el coche hecho chatarra y desaparecido totalmente, es aquí cuando, en el 2013, la marca Seat propiamente se encarga de tomar cartas en el caso y recuperar el coche del rey.
Seis meses después de arduo trabajo, pues el coche estaba realmente en mal estado, llega diciembre del 2014, momento en el que es presentado nuevamente a Felipe VI, quien se notaba visiblemente emocionado, pidió que se le dejara subir al automóvil y revisar el capó para verificar que en efecto era su auto, y el resultado lo dejó más que complacido, el coche en cuestión permanecería en la colección histórica de la marca.