Durante el último mes los reyes no han tenido descanso de ningún tipo. Felipe VI y en especial Letizia están en el ojo del huracán intentando salvar su imagen, algo que se muestra difícil de cara a todas las noticias que se han distribuido durante finales de año sobre la reina consorte y Jaime del Burgo. Este último publicó en redes sociales mensajes que insinúan que hubo un romance entre Letizia y el abogado, además de haber participado en el libro de Jaime Peñafiel, “Letizia y Yo”.
Matrimonio en crisis, los reyes duermen separados
El recibimiento que han tenido las palabras de Jaime del Burgo no han sido para nada positivas para la corona, a pesar de que inicialmente en España no se divulgó la noticia por presunta censura desde Casa Real. La voz corrió hasta salir del país, convirtiéndose no solo en un escándalo, sino llegando a todas partes del mundo, inevitablemente esparciéndose hasta cada rincón del país. Esto no ha hecho más que empeorar la situación entre los reyes, que ya viene bastante delicada desde antes por otros sucesos que han transcurrido a lo largo del año.
No es reciente el rumor de crisis matrimonial entre los reyes, pero lo de Jaime del Burgo ha empeorado la relación en todo sentido. Esto no es una novedad para Felipe VI. No se debe a eso la tensión entre los dos, sino a que no sabrían cómo lidiar con su nueva imagen de cara al público. Es una novedad para quienes están fuera de Zarzuela, pero las consecuencias se están viviendo dentro.
Para empezar, los reyes apenas pueden verse, la situación les ha hecho discutir un montón y la situación no es para menos. Su matrimonio está totalmente fracturado y desde hace tiempo que duermen en estancias separadas, no comparten cama, ni siquiera habitación, y a veces ni siquiera pasan la noche juntos en Zarzuela, pues el rey se ha dado a la tarea de pasar la menor cantidad de noches posibles en el palacio real.
Cenas en restaurantes, Felipe VI desatado
Seguramente Felipe VI ha tenido mucho en lo que pensar cuando sale. Últimamente lo habría hecho con mucha más frecuencia a raíz de lo tensas que están las cosas con Letizia en Zarzuela, por lo que se sobreentiende que en estas salidas no está incluida Letizia. El rey sale solo y se ve con otras personas para comer y beber. Se habla de grandes cantidades de alcohol sin control, el rey no sabe cómo gestionar que de cara al país ha quedado como un cornudo, y no es que haya pasado una o dos veces, sino que es algo que se extendió durante años con o sin su conocimiento.
Por todo esto, las navidades para los Borbón han estado visiblemente apagadas, las fiestas se ven protagonizadas por miradas tensas y poco diálogo, las hijas de los reyes han estado mayormente ausentes, y el resto de familiares hablan a sus espaldas de las deslealtades de la consorte, el año no acaba bien para los reyes, y parece que el año nuevo no será muy distinto.