La fiesta de cumpleaños de Leonor ha sido de lo más esperado por la familia real durante los últimos meses. Todos sabíamos que la princesa se haría mayor de edad este año, y el día llegó. Ya la princesa Leonor es mayor de edad y desde ahora será mucho más importante a nivel constitucional. Cada vez más la princesa está más próxima a suceder a su padre, al cual hemos podido ver muy feliz por el décimo octavo aniversario del nacimiento de su hija mayor, aunque no ha estado tan feliz con Letizia, ni tampoco con la fiesta celebrada.
Lo cierto es que El Pardo se convirtió en un campo de batalla en dónde se podía observar en cada lado un bando diferente. Por un lado estaba la familia de Felipe VI y por otro lado estaba la familia de Letizia. No era una familia entera, sino que eran dos diferentes las que estaban celebrando, y eran como aceite y agua, ya que no se mezclaban.
Esto ha ocasionado broncas entre el matrimonio real, todo por el hecho de que a Felipe VI no le ha gustado la actitud de su esposa hacia su familia, aunque a Letizia tampoco le ha gustado algunas acciones del rey durante la fiesta.
Juan Carlos I, uno de los invitados más importantes en el cumpleaños de Leonor
Muchos eran los que pensaban que el rey emérito estaría ausente en El Pardo durante la celebración del cumpleaños de Leonor, pero así no ha sido, ya que el emérito ha cumplido con la asistencia y ha celebrado con su nieta durante este día. Debido al jubilo presente, Felipe VI no dudó en lo más mínimo en estar atento con su padre, ofreciéndole todo lo posible por hacer que su estancia fuera la mejor, cosa que hizo enfadar a Letizia.
Para empezar, la reina ni siquiera quería que Juan Carlos I estuviera presente, ya que dentro de la corona es su mayor enemigo, y tampoco quería que el emérito recibiera tanta atención de Felipe VI, pero este último al final decidió darle a su padre la atención que se merece. Esto activó una bomba dentro de Letizia y las peleas con Felipe VI no se hicieron esperar, aunque no hicieron nada público a mitad de la fiesta.
Sin embargo, dado el estado actual del matrimonio, una discusión cualquiera podría hacer que todo esté peor, y es más que obvio que es el caso. Pese a todo esto, la fiesta de cumpleaños de Leonor ha sido el perfecto ejemplo de que la familia real está fragmentada. Muchos consideran que ni siquiera es una familia, y de cierta forma tienen razón. Los Borbón por un lado y los Ortiz Rocasolano por otro, aunque era previsible, ha sido muy evidente durante la fiesta, aunque eso sí, el rey en todo momento procuró que su padre estuviera totalmente cómodo a pesar de las disyuntivas que esto le traería con Letizia.