La recuperación de la reina Sofía de su reciente infección urinaria ha sido favorable después de una semana en el hospital. Informes de Zarzuela indican un progreso rápido y satisfactorio. Aunque fue dada de alta el sábado pasado, ha decidido permanecer en el palacio, cancelando sus compromisos institucionales sin previo aviso, lo que ha llevado a especulaciones sobre la gravedad real de su enfermedad y ha sugerido que la Casa Real podría estar reteniendo información.
Al salir del hospital, la reina Sofía aún llevaba una vía intravenosa, indicando que su tratamiento antibiótico continúa. Zarzuela ha tomado medidas adicionales asignando enfermeros para su cuidado, junto con la princesa Irene de Grecia, mientras un médico supervisa su evolución constantemente.
Felipe está muy preocupado por la salud de su madre
Los rumores persisten sobre la salud de la reina Sofía, incluyendo posibles problemas de demencia senil. A pesar de las discusiones sobre su posible retiro de sus funciones institucionales, la emérita ha mostrado resistencia a abandonar su cargo, lo que preocupa a sus familiares por su estado físico y mental.
Fuentes cercanas al palacio señalan que la decisión de dar de alta a un paciente se basa en el equilibrio entre el riesgo de permanecer en el hospital y los beneficios de recibir tratamiento en otro lugar. La Casa Real ha optado por ser cautelosa ante los rumores, prefiriendo esperar un informe médico completo antes de hacer declaraciones definitivas. Actualmente, está siendo atendida por neurólogos.
Felipe ha tenido discusiones con sus hermanas, Elena y Cristina, sobre el futuro de Sofía en la institución, conscientes de que su condición no tiene cura. La familia real está evaluando cómo abordar esta situación a largo plazo.