Las cosas dentro de Zarzuela han alcanzado un punto difícil. Los reyes han atravesado unos meses muy complicados y probablemente los más difíciles de todo su matrimonio. Las revelaciones de Jaime del Burgo no han dejado mucho lugar al diálogo entre ellos y cuando esto ocurre la salida siempre es una discusión subida de tono.
Son muchas las situaciones tensas que ocurren día tras día en Zarzuela. No solo Letizialo ha pasado bastante mal pensando en qué será de su futuro, sino que ahora Felipe VI no está dispuesto a ayudarle de ninguna forma. La complicidad que pudieron tener o incluso la influencia de Letizia sobre su esposo parece ya no existir. Solo queda un claro desprecio entre ambas partes y una tensión que se puede cortar con un cuchillo cuando están en la misma estancia, pero a pesar de esto el rey tiene que cumplir su parte del trato.
Letizia podría tener que hacer las maletas, pero se niega
Cuando los reyes se casaron, las cláusulas de su contrato dejaban claro que en caso de separarse Letizia tendría ciertos pros y contras, y es que la custodia de sus hijas sería únicamente de Felipe VI, pero la hija de Paloma Rocasolano recibiría dos viviendas aparte de una pensión mensual vitalicia. Estas viviendas no serían cualquier cosa, sino que estarían adaptadas para ambas estaciones, una para verano y otra para invierno. Además, cada una tendría todo el personal que la consorte podría necesitar.
Sin embargo, aunque el trato pueda sonar tentador no es algo que esté pasando por la mente de Letizia, a pesar de estar en una posición bastante perjudicada se niega a divorciarse pues no quiere irse de Zarzuela.
Según la siempre bien informada Pilar Eyre, los reyes aún no se deciden por la salida “correcta” de la situación que viven actualmente. La convivencia es nula y es casi evidente que el divorcio sería la mejor opción en un caso normal, pero que no ocurriría de momento mientras Sofía de Borbón siga siendo menor de edad.
Pero a pesar de esto la consorte prefiere y estaría sugiriendo otro acercamiento, otra forma de abordar la situación, y es que ella opta por un tratamiento a lo Juan Carlos I y Sofía de Grecia. Los eméritos en su momento llevaban un matrimonio complicado, donde el padre de Felipe VI ni siquiera estaba enamorado de su madre, pero se mantuvieron juntos con la conveniencia de la corona, algo que los actuales reyes podrían replicar.
Sin embargo, parece que Felipe VI no está muy de acuerdo con esto pues ya estaría en proceso de seleccionar las dos viviendas que le corresponde otorgar a Letizia una vez se separen, no necesariamente como un divorcio oficial sino más como un “cese de convivencia”, en donde la consorte seguiría teniendo responsabilidades en la corona pero llevaría su vida por separado. Lamentablemente es demasiado pronto para saber cuál será la decisión definitiva, la cual será aquella que deje mejor parada a la corona de cara al público.