Estefanía de Mónaco tiene historias muy interesantes que contar a sus 58 años de edad, a pesar de no ser la máxima autoridad como su hermano, esta se ha dado el lujo de vivir, tanto que ha sido querida por una gran cantidad de personas en la década de los 80 y 90, tanto que todavía la recuerdan a día de hoy con el mote por el que era conocida “la princesa rebelde”. Durante esas décadas la princesa dedicó tanto de su vida a tantas cosas que se hizo todo un ícono, no solo para Mónaco, sino también para el mundo entero. Fue diseñadora de moda y también incursionó en el modelaje (era muy atractiva, así que acaparaba miradas por doquier), pero, algo a lo que también le dedicó tiempo y esfuerzo, fue a ser cantante, y así es como conoce y conecta con Luis Miguel.
El sol de México tuvo un “affaire” con una royal europea
Estefanía de Mónaco ya venía desde mediados de la década de los 80 incursionando en el canto. Esta incluso grabó la voz femenina de la canción “In the closet” de Michael Jackson. Se supo codear con gente del mundo musical y en algún punto dado conoció a Luis Miguel. Algunas fuentes indican que ella y el Sol de México se conocerían nada más empezar la década de los 90, pero no se sabe con certeza.
La historia “oficial” es que estos dos se conocerían en 1991 en Acapulco, en el Baby’O, pero muchos dicen que quizás desde antes tenían conexiones y los gestos de Luis Miguel hacen que esto tenga algo de peso. El caso es que esa noche la princesa participó en el festival dado que fue invitada por su segundo álbum. Fue el mismo Luismi quién se encargaría luego de darle un reconocimiento a la princesa a la par que la miraba de una forma un tanto especial y mientras que le preguntaba si le gustaba México.
Antes de irse del escenario, la actual pareja de Paloma Cuevas le dijo “I love you”, algo que correspondió la princesa. Aquello quedó simplemente como un buen momento para los presentes, pero después, con la cabeza fría, muchos pensaron que era posible que hubiera algo más entre los dos.
Estefanía de Mónaco también tuvo problemas para entrar al Baby’O, ya que los guardias de seguridad de la entrada no la reconocían. Fue el mismo cantante mexicano el que tuvo que ir a la entrada para solucionar este malentendido. ¿Acaso no podía ir alguien más? Luis Miguel no estaba precisamente desocupado esa noche, pero aún así se tomó la libertad y el tiempo de ir a resolver un problema que fácilmente pudo haber resuelto cualquier otro miembro del personal. Sea como sea, si estos dos tuvieron una relación sentimental, es probable que no haya durado demasiado. El cantante era un casanova por excelencia y Estefanía de Mónaco estaba a punto de cambiar su vida: sería madre un año después de aquel festival.